En plena crisis deportiva, el Manchester United presenta sus planes para un nuevo estadio. Es un proyecto superlativo.
Si en el futuro la parte roja de Manchester se alzara hacia el cielo con la misma arquitectura que el United presentó al mundo el martes de forma gráfica e impresionante, uno sospecharía allí, dada su imponencia, que se trata del campeón de la Liga de Campeones y no del decimocuarto de la Premier League. No podría subrayarse más claramente la grandeza histórica del campeón inglés.
La renovación o el abandono del legendario Old Trafford, sede del United desde 1910 y en ruinas desde hace años, lleva tiempo sobre la mesa. Ahora, sin embargo, el club de fama mundial, copropiedad de Sir Jim Ratcliffe, ha tomado cartas en el asunto. Las imágenes y los datos clave, presentados en un vídeo promocional por Lord Norman Foster, director general de la empresa de arquitectura responsable, parecen realmente futuristas.
El United no quiere renovar su estadio, sino construir uno nuevo, pero muy cerca del Old Trafford. El nuevo estadio, que será el más grande de Gran Bretaña, tendrá capacidad para 100.000 espectadores, pero eso no es todo. Será más parecido a una «mini ciudad».
La construcción durará cinco años
El nuevo estadio, que se asemejará al Estadio Olímpico de Múnich, tendrá un techo en forma de paraguas sostenido por tres mástiles de 200 metros de altura. Debajo, junto al estadio, se ha previsto una gran zona pública para estar, reunirse y, por supuesto, consumir, el doble de grande que Trafalgar Square. Al fin y al cabo, la intención de Ratcliffe es tener el «estadio de fútbol más grande del mundo».
Si todo va según lo previsto, el proyecto estará terminado en cinco años y costará alrededor de 2.500 millones de euros. Aunque los cálculos en proyectos de este tipo rara vez salen bien.
El Manchester United, endeudado por miles de millones, aún no ha anunciado cómo se financiará la construcción del estadio. Sin embargo, el club espera que se creen hasta 17.000 nuevas viviendas y hasta 92.000 nuevos puestos de trabajo, se calcula que habrá casi dos millones de visitantes adicionales al año y más de ocho mil millones de euros de ingresos adicionales anuales para la economía británica.
Ratcliffe, que recientemente criticó públicamente a varios jugadores, está encantado con el «inicio de un viaje increíblemente emocionante».
