Una entrevista del accionista Jim Ratcliffe ha levantado bastante revuelo en el Manchester United. El miércoles, el entrenador Ruben Amorim reaccionó a las críticas y responsabilizó a sus jugadores.
No se le puede reprochar una cosa a Jim Ratcliffe en su muy comentada entrevista en la BBC. El accionista del Manchester United no se anduvo con rodeos.
Ratcliffe calificó directa o indirectamente de lastre las contrataciones de Casemiro, André Onana, Rasmus Höjlund y los cedidos Antony (Real Betis) y Jadon Sancho (Chelsea, con opción de compra). «Los hemos heredado y ahora tenemos que arreglarlo», había declarado el empresario de 72 años.
Una de las frases más llamativas de sus declaraciones: «Algunos no son lo suficientemente buenos y otros probablemente cobran demasiado». Casemiro es uno de los que más gana en el United, con una nómina de casi 355.000 euros a la semana.
El entrenador Ruben Amorim se refirió a él en su réplica el miércoles en la rueda de prensa previa al partido de vuelta de octavos de final contra la Real Sociedad el jueves. «Se habla de jugadores como Casemiro, que lo han ganado todo, y sabemos que este tipo de jugadores pueden jugar mucho mejor. Así que ese es el objetivo», dijo el entrenador del United: «Ratcliffe fue sincero en este sentido. El objetivo debe ser cambiar su opinión y la de todos los demás».
Amorim se refiere a la crítica
Amorim se incluyó, como tantas veces en las últimas semanas, en la crítica general. «Si somos sinceros, todos, los jugadores y yo, estamos rindiendo por debajo de la media. Pero eso lo podemos cambiar en cualquier momento». El siguiente paso sería pasar a la Europa League.
«Creo que es el camino correcto», declaró Amorim. Los resultados también pueden acallar las críticas. Amorim confirmó la «relación sana y estable» que, según Ratcliffe, mantiene con el portugués: «Es realmente buena, desde el primer día. Creo que somos muy abiertos y sinceros el uno con el otro. Esto se debe un poco a nuestros caracteres, ya que somos bastante parecidos. Siempre he sentido el apoyo del Consejo de Administración y, en particular, de Sir Jim.
Amorim prefirió mantener en secreto el contenido de las conversaciones, pero habló de «conversaciones sencillas, claras y honestas».