Tras la comparación con el Real Madrid en la Liga de Campeones, Ángel Correa se toma un mes de descanso involuntario en el Atlético de Madrid. La expulsión contra el Getafe, y especialmente su reacción, le sale cara al argentino.
Desde mediados de enero, el Atlético de Madrid había permanecido invicto en la liga, teniendo incluso a su alcance la tercera victoria consecutiva en La Liga. En el partido contra el Getafe, los rojiblancos se adelantaron 1-0 gracias a un penalti por mano en un flojo partido al comienzo del último cuarto de hora.
Pero entonces, con Ángel Correa, precisamente un suplente del Atlético, se inició la remontada de los locales. El árbitro Guillermo Cuadra Fernández le mostró al argentino la tarjeta amarilla por su ataque con el pie descalzo contra el defensa Djené. Sin embargo, según las imágenes de vídeo, el árbitro español optó por la tarjeta roja. A continuación, Correa fue objeto de insultos despiadados al abandonar el terreno de juego a regañadientes.
Ambos partidos del Barcelona sin Correa
La Comisión Disciplinaria de la Federación Española de Fútbol sancionó a Correa el miércoles con una suspensión de cinco partidos en competiciones nacionales. Por lo tanto, Correa se perderá al menos los partidos de La Liga contra el FC Barcelona, el Espanyol, el FC Sevilla y el Valladolid, así como el partido de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey contra el Barcelona (ida 4-4). Correa no podrá volver a jugar hasta mediados de abril.
En España, la sanción por insultar al árbitro es de hasta doce partidos, siendo cuatro el mínimo; a la tarjeta roja se le añadió otra. El árbitro Cuadra Fernández había anotado en el acta del partido los insultos violentos que se produjeron.
Correa se arrepintió rápidamente de su comportamiento y lo hizo saber a través de sus redes sociales: «Quiero pedir disculpas al árbitro por mi reacción tras la expulsión. Tengo un respeto total por los árbitros, esta reacción no va conmigo. Estaba muy enfadado porque dejé al equipo con diez hombres en un momento tan delicado y reaccioné de la peor manera. Espero que acepten mis más sinceras disculpas. También quiero pedir disculpas a mis compañeros de equipo, a los entrenadores y a nuestros aficionados por una acción que no debería haber hecho y que nos salió muy cara.
De hecho, el Getafe empató inmediatamente después de la expulsión e incluso dio la vuelta al partido en el tiempo de descuento. Un duro revés en la reñida lucha por el campeonato en España.
