Los New York Knicks sufrieron un desastre ante los Boston Celtics para arrancar la nueva temporada de la NBA. Cayeron derrotados por 109-132, debido principalmente a un auténtico recital de triples por parte de los Celtics
El panorama se aclaró pronto: los Knicks ya perdían por hasta 21 puntos en el primer cuarto. Tampoco fueron capaces de recuperarse a medida que avanzaba el partido y la desventaja llegó a ser de 35 puntos en algunos momentos. Mientras Boston anotaba desde casi todos los ángulos, los Knicks seguían pálidos en ataque
Sólo once de sus 30 intentos desde la línea de tres puntos estuvieron acertados y tanto Jalen Brunson como Karl-Anthony Towns tuvieron problemas para encontrar su ritmo. Towns, que debutaba con los Knicks, no pudo colmar las altas expectativas con sólo 12 puntos. Mikal Bridges tampoco estuvo a la altura de su potencial con unos flojos 16 puntos.
Miles McBride (4/5 en triples) fue el único punto brillante de los Knicks. Pero en general, los Knicks carecieron de respuesta ante el juego dominante de los Celtics, que además encestaron doce triples más en la segunda mitad y a punto estuvieron de batir el récord de los Milwaukee Bucks.
Boston acabó encestando un total de 29 triples, empatando el récord de la NBA, lo que despertó la admiración -incluso del jugador de los Knicks Josh Hart, que bromeó: «La NBA debería hacer un control antidopaje a estos tíos. Nunca he visto nada igual».
Thibodeau, entrenador de Nueva York: «No estoy decepcionado con nuestro equipo »
A pesar de una reacción bastante sobria del entrenador Tom Thibodeau, que dijo: «Estoy decepcionado por no haber jugado mejor, pero no estoy decepcionado con nuestro equipo», el partido dejó mucho que desear desde el punto de vista de los Knicks. Sus palabras no pudieron ocultar que los Knicks fueron inferiores en casi todos los aspectos y apenas pudieron oponer resistencia a unos Celtics casi avasalladores.
Cuando las actuaciones excepcionales conducen a pruebas de dopaje
El irónico comentario de Hart sobre los controles antidopaje puede haber pretendido ser gracioso, pero en el pasado se han realizado controles a jugadores en la NBA cuando han mostrado un rendimiento excepcional: Tyrese Maxey tuvo que someterse a un control antidopaje el verano pasado después de llamar la atención por su transformación muscular. Jugadores como Alex Caruso y Danny Green también han sido sometidos a pruebas por actuaciones similares – pero sin consecuencias.
