En los años 80 formó parte de uno de los shows más legendarios de la WWE, pero ahora Billy Jack Haynes se enfrenta a cargos de asesinato: Presuntamente disparó a su esposa, que sufría demencia
Sospechas que rodean a una estrella de la WWE de los años 80: El exluchador Billy Jack Haynes se enfrenta a cargos por el presunto asesinato de su esposa, que sufría demencia.
El ex luchador, de 70 años, fue detenido el jueves en Portland, su ciudad natal, por disparar presuntamente a Janette Becraft, su esposa durante 15 años. Según los medios de comunicación locales, la policía fue alertada por el sonido de disparos y Haynes se atrincheró durante horas antes de entregarse.
Según un comunicado de la policía, Haynes sigue ingresado en el hospital para recibir tratamiento por motivos no revelados, tras lo cual será trasladado a prisión y acusado. Los demás antecedentes no están claros.
Mayor aparición en WWE Megashow
Haynes (nombre real: William Albert Haynes), que aprendió a luchar en la legendaria «Mazmorra» del padre de Bret Hart, Stu Hart, formó parte de la WWF entre 1986 y 1988.
Este peso pesado enormemente musculoso con aspecto de estrella de acción había tomado prestado su personaje de la serie del oeste «Billy Jack», había sido presentado como retador del deslumbrante icono «Macho Man» Randy Savage, que ostentaba el título Intercontinental de la liga en aquel momento.
Haynes disputó su combate más famoso en el megaevento WrestleMania III de 1987, a la sombra del gran duelo entre Hulk Hogan y André el Gigante. Se enfrentó al prematuramente fallecido Hércules Hernández en un choque de musculitos.
Haynes era un consumidor convencido de esteroides
Haynes, que se retiró de la lucha libre en 1996, gozaba de una reputación en la escena como figura impredecible. Cimentó esta reputación incluso después de su carrera con las llamadas «entrevistas shoot», en las que Haynes contaba anécdotas disparatadas de su vida como luchador, que a menudo se contradecían entre sí. También hizo declaraciones abstrusas y teorizó sobre sucesos como los asesinatos de Chris Benoit.
Haynes forjó su aspecto musculoso con la ayuda de los esteroides y defendió a ultranza el abuso que, según se demostró, era endémico en la lucha libre de la época. «El 95% de los luchadores toman esteroides, el otro 5% son idiotas», declaró en una entrevista en 2006.
Después de su carrera, Haynes sufrió problemas de salud: en 2013, fue hospitalizado debido a complicaciones de una arteria cardíaca gravemente agrandada y daños en el hígado y los riñones, y más tarde formó parte de una demanda colectiva sin éxito contra la WWE por lesiones en la cabeza consecuentes.