En la ronda de campeones de Egipto se ha producido un escándalo sin precedentes. El campeón récord Al-Ahly no se presentó al partido contra su rival local Zamalek en protesta por la designación del árbitro y ahora no quiere terminar la temporada.
En realidad, todo estaba listo: los aficionados estaban allí, los árbitros también, se tocó el himno nacional, los jugadores del Zamalek SC se abrazaron en el círculo central. El único problema era que no había nadie enfrente de ellos. El primer partido de la fase final entre el club egipcio con más títulos, Al-Ahly, y su rival local, Zamalek, que debía haberse disputado el martes por la noche, también se pateó. Sin embargo, el equipo de Al-Ahly, dirigido por el entrenador Marcel Koller, no apareció.
Así se produjeron escenas estrambóticas: durante varios minutos, los profesionales del Zamalek se pasaron el balón en su campo a ritmo de calentamiento antes de que el equipo arbitral finalmente pitara el final del partido. Los aficionados vitorearon, los suplentes del Zamalek salieron al campo… el club espera ahora que se le concedan los tres puntos por la vía administrativa.
El escándalo es el resultado de la designación del árbitro para el partido. La liga había encargado la dirección del partido a Mahmoud Bassiouni, un egipcio. Sin embargo, Al-Ahly insistió en que se utilizara un árbitro extranjero para el partido. Según sus propias declaraciones, el club había enviado una carta a la Federación Egipcia de Fútbol antes del partido solicitando la presencia de un árbitro extranjero, ya que los árbitros locales cometen «graves errores que afectan al resultado de los partidos».
En Egipto no es raro que los partidos importantes sean arbitrados por árbitros extranjeros: el último duelo entre Al-Ahly y Zamalek en febrero fue dirigido por un árbitro noruego.
Incluso el ministro de Deportes intervino
Sin embargo, después de que la federación no quisiera acceder a la petición de Al-Ahly esta vez, el club más laureado de África exigió el martes al mediodía en un comunicado que se aplazara el partido y se disputara con otro árbitro. En caso de que no se hiciera, no se jugaría la ronda final. Según los medios de comunicación, la federación egipcia intentó entonces encontrar un árbitro de Libia o Arabia Saudí, pero no lo consiguió. Incluso el ministro de Deportes del país intervino para calmar los ánimos, pero al final no sirvió de nada.
No está claro si Al-Ahly cumplirá su amenaza y se retirará de la ronda de campeones. En el servicio de mensajes cortos X, el club anunció únicamente que reembolsaría el coste de las entradas a los aficionados que habían viajado. La federación egipcia no ofrece información sobre el resultado del partido en su página web, sino que se limita a escribir que el Al-Ahly no se presentó al partido «porque se habían opuesto al nombramiento de un árbitro egipcio».
En Egipto, al final de la temporada se juega una ronda final entre los nueve mejores equipos. El Al-Ahly, con 44 títulos, el campeón récord del país, había terminado la ronda en segundo lugar detrás del Pyramids FC, mientras que el Zamalek había quedado tercero.
