El domingo por la noche se produjo un escándalo en el Campeonato Europeo de Baloncesto de Tiflis (Georgia), posiblemente con graves consecuencias.
Según varios medios de comunicación, hubo una pelea a puñetazos en el vestuario tras la victoria de la anfitriona Georgia sobre Turquía por 88:83. El profesional turco Furkan Korkmaz se enzarzó supuestamente en una pelea con tres georgianos, según el asistente del entrenador turco.
El vicepresidente de Turquía, Omer Onan, amenazó a última hora de la noche del domingo, según el portal de baloncesto «Eurohoops»: «Si no conseguimos las imágenes de las cámaras de seguridad, dejaremos este torneo». Para Turquía, la ajustada derrota tras dos prórrogas fue la primera en el torneo. Ya se habían producido discusiones entre los jugadores de ambos equipos en un ambiente caldeado sobre el terreno de juego.
Los turcos son un posible rival en octavos de final para el equipo alemán, que se clasificó para los octavos de final en Berlín el domingo.