Tras una serie de disturbios en el campo de los estadios de fútbol ingleses, los clubes de la Premier League han acordado sanciones mínimas para los infractores de las normas.
El fútbol profesional inglés está cumpliendo su anuncio de tomar medidas más duras contra sus aficionados por mala conducta. A partir de ahora, cualquier persona involucrada en un disturbio en la cancha será expulsada de los partidos de su club favorito, tanto en casa como fuera, durante al menos un año.
La portación o quema de bombas de humo y productos pirotécnicos también será castigada automáticamente con la prohibición de doce meses. Así lo acordaron el miércoles los 20 clubes de la Premier League. Según el acuerdo, las sanciones también pueden extenderse a los padres o acompañantes que hayan acudido a un partido con sus hijos que se hayan vuelto llamativos.
No se descarta una condena de cárcel
A finales de julio, la Premier League, la Asociación Inglesa de Fútbol (FA) y la Liga Inglesa de Fútbol (de segunda a cuarta división) ya habían acordado sanciones más duras. Están destinados a los disturbios y a la pirotecnia, pero también al consumo de drogas o a la discriminación. Aquellos que incumplan las normas serán denunciados a la policía, se arriesgan a una inscripción en el registro de delincuentes y, en el peor de los casos, incluso a una pena de prisión, según se anunció en su momento.