Durante su etapa en McLaren se perdió demasiado en los detalles, dice Daniel Ricciardo mirando hacia atrás – y quiere hacer las cosas de manera diferente en AlphaTauri
Cuando Daniel Ricciardo aún pilotaba para McLaren, el australiano trabajó incansablemente en su estilo de conducción para adaptarse al coche… sin éxito. El contrato de tres años de Ricciardo se rescindió un año antes el pasado invierno.
Finalmente, como sustituto de Nyck de Vries, llegó a AlphaTauri, donde puede volver a utilizar su estilo de conducción natural. Echando la vista atrás, el piloto de 34 años dice: «Creo que incluso en mi primer año en McLaren, aprendí durante el parón veraniego que probablemente íbamos demasiado al detalle».
«Tuvimos que cambiar un poco el enfoque. A todos nos interesaba que funcionara, pero me di cuenta de que a mí no me funcionaba. Después de eso, probablemente seguimos intentándolo demasiado, pero quizá funcione para otro piloto», reflexiona Ricciardo.
Los esfuerzos por cambiar su estilo de conducción en McLaren hicieron que el jefe del equipo Red Bull, Christian Horner, apenas le reconociera cuando volvió al simulador. «Fue un completo desastre», fue la primera impresión de Horner.
Ricciardo tuvo que recuperar la confianza en las siguientes tandas y en una prueba de neumáticos en Silverstone. Preguntado por si le resultaba igual de difícil acostumbrarse al coche que antes en McLaren, Ricciardo sostiene: «No quiero volver a perderme tanto en los detalles. «
De momento todavía tiene que acostumbrarse por completo al AT04. Pero tras las primeras carreras, hay señales positivas: «Sentí el coche un poco más desde el principio. Ya en la primera vuelta tuve la sensación de que recibía la respuesta que podía esperar o que me gustaba. Eso fue importante».
«Tal vez encuentre cosas en las que todavía tengo que trabajar, que no coinciden del todo con mis sensaciones. Así que todavía espero algunos retos por el camino. Pero la primera impresión fue que me dio un poco más de familiaridad. En eso, esperaba sentir algo parecido».
