El Milan es ahora mismo un equipo mediocre de la Serie A. En el partido en casa contra el Lazio de Roma, los rossoneri pierden en el tiempo de descuento y suman así su tercer partido de liga consecutivo con un resultado de 1-2. La caída continúa.
La crisis deportiva del AC Milan se agrava cada vez más, aunque a finales de año todo parecía indicar que la situación mejoraría con la llegada del entrenador Sergio Conceicao («Haremos cosas buenas») (por ejemplo, con la victoria en la Supercopa).
Tras las dos últimas derrotas por 1-2 ante el FC Turín y el FC Bolonia, esta vez el duelo contra el Lazio de Roma no solo se saldó con otra derrota por 1-2, sino que además los propios aficionados silbaron al equipo en el descanso, al final del partido y en medio de todo ello, además, el defensa Pavlovic recibió una tarjeta roja completamente innecesaria. Todo esto encajaba en el dramático panorama deportivo actual del AC.
Mientras los rossoneri seguían deslizándose hacia la gris mediocridad de la Serie A, los visitantes de Roma celebraban en su segunda visita a Milán en pocos días un importante triunfo en la lucha por la clasificación para la Liga de Campeones. Tras el 0-2 en cuartos de final de la Coppa Italia ante el Inter, el agradecimiento fue primero para el capitán Zaccagni, que tras el gol de Marusic y la parada de Maignan en el minuto 28 estuvo atento y acertó a marcar desde corta distancia el 1-0 que se mantuvo durante mucho tiempo.
El Milan se debilita, vuelve y se va a pique
Los capitalinos, que se mostraron claramente más ágiles y ofensivos y con más inventiva, podrían haber marcado más goles. Sin embargo, no lograron cerrar el partido, lo que se vengaría en el minuto 67, cuando el jugador del Milan Pavlovic vio la tarjeta roja tras una entrada completamente exagerada contra Isaksen, a pesar de que el equipo estaba en superioridad numérica.
De la nada, los milaneses, en parte desmotivados y de todos modos sin mucho empuje, empataron a uno (84.) tras un centro de Rafael Leao y un cabezazo del suplente Samu Chukwueze. Ya en el tiempo de descuento, Isaksen regateó a toda velocidad al portero Maignan, que había salido a su encuentro, y cayó al suelo tras un claro contacto (90.+4). Tras el estudio del VAR, el árbitro Gianluca Manganiello también señaló el punto desde el que Pedro asumió la responsabilidad. Y el campeón del mundo y de Europa español de 37 años mantuvo la calma (90+8).
Así, los romanos pudieron celebrar un importante triplete, mientras que los lombardos locales volvieron a hundir la cabeza bajo los abucheos de su propia afición. El próximo partido del Milan será a domicilio en Lecce (sábado, 18:00). El Lazio visitará primero al Viktoria Pilsen en la ida de los octavos de final de la Europa League (jueves, 21:00).