En un duelo con un compatriota, Alexander Zverev tiene que luchar durante mucho tiempo. Especialmente en el segundo set, el de Hamburgo se desespera. Pero luego se anima
Alexander Zverev ha comenzado con éxito su misión por el título en el US Open. El de Hamburgo venció con cierta dificultad a su compatriota Maximilian Marterer por 6:2, 6:7 (5:7), 6:3, 6:2 en un turno adelantado el lunes y sólo tuvo que esforzarse al límite en algunos momentos. En segunda ronda, el campeón olímpico de Tokio se enfrentará al francés Alexandre Muller o al australiano Adam Walton.
Zverev jugó con presión desde el principio contra el jugador de Núremberg (número 100 del mundo), con quien había compartido un doblete en los Juegos Olímpicos de París. El finalista del Abierto de Francia no es muy aficionado a los partidos matinales, pero el lunes el temprano comienzo (11.00 hora local) no le molestó mucho al principio.
Con las calurosas temperaturas de la metrópolis estadounidense, Zverev tuvo problemas con su juego en el segundo set, refunfuñó mucho… y lo cedió. Después de eso, sin embargo, el nativo de Hamburgo fue imparable y capitalizó su primer punto de partido para ganar después de unas tres horas de juego. Desde su debut en la ronda principal en 2015, Zverev siempre ha alcanzado la segunda ronda en el último major del año.
Zverev aspira a su codiciado primer título de Grand Slam en su 35º intento. En Nueva York en 2020, estuvo a solo dos puntos del triunfo antes de sufrir una de las derrotas más amargas de su carrera ante Dominic Thiem. Tras semanas de contratiempos deportivos y de salud, Zverev demostró recientemente en Cincinnati su creciente estado de forma al alcanzar las semifinales.
