Thomas Tuchel apareció con la piel fina y molesto al máximo en la rueda de prensa posterior a la derrota por 3-0 ante el RB Leipzig: «Se siente como una continuación completa de la temporada pasada», analizó y añadió: «Eso no es suficiente».
No hay que exagerar la Supercopa y la dura derrota del Bayern. Hace un año, el equipo muniqués se impuso por 5:3 en Leipzig y luego barrió por 6:1 al Eintracht de Fráncfort en el inicio de la Bundesliga, y casi nadie sospechaba entonces el fatal desarrollo que tomaría la temporada. En este sentido, el pánico y los escenarios catastrofistas son prematuros.
Sin embargo, la mayor derrota en casa desde un 0:3 contra el Mönchengladbach en octubre de 2018 debería ser un feroz disparo de advertencia. A seis días del inicio de la Bundesliga en el campo del Werder Bremen, los muniqueses volvieron a caer en viejos esquemas que se creían abandonados desde el verano. Hace tiempo que no destilan sobre el terreno de juego la imagen propia de un campeón.
El equipo muniqués sigue encajando goles con demasiada facilidad, y su comportamiento defensivo individual es de pobre a insuficiente en las escenas decisivas. El sábado por la tarde, una pérdida de balón de Joshua Kimmich propició la primera ocasión del Leipzig ya en el segundo minuto. Tras la primera situación estándar, la defensa perdió un segundo balón menos de 60 segundos después, 0:1.
Probablemente fue la última oportunidad de Tel en el once titular por el momento
El segundo gol, sin duda brillantemente anotado por Dani Olmo, dejó parados como colegiales a Matthjis de Ligt y Konrad Laimer, a quienes Tuchel sustituyó en el descanso. Benjamin Pavard también se vio afectado por la sanción del entrenador. El francés parecía como si ya hubiera dejado Múnich en su mente y estuviera en el Manchester United, que le cortejaba. El tercer gol fue el resultado de una desafortunada mano del por lo demás buen jugador Noussair Mazraoui. Esta escena también apestaba a continuación, ya la temporada pasada el equipo muniqués había provocado un número de penaltis en contra de dos dígitos.
En la ofensiva, los muniqueses multiplicaron las ocasiones. Mathys Tel pudo empezar como punta central y desaprovechó dos grandes ocasiones para empatar tras el tempranero 0:1. Fue probablemente la última oportunidad para el joven francés de ser titular por el momento. En la rueda de prensa, Tuchel dio un once titular de garantías a Harry Kane, que fue celebrado frenéticamente cuando entró como suplente, empezando por el partido en Bremen.
Como era de esperar, el inglés, fichado la víspera, fue incapaz de generar ímpetu como comodín. En conjunto, el equipo muniqués evidenció muchos desajustes, con demasiada frecuencia no llegaba el último balón, muchas cosas parecían descoordinadas. Se espera que Kane ponga remedio a la falta de ocasiones en Bremen. Las debilidades defensivas siguen siendo por el momento el mayor problema de Tuchel. Incluso después de una preparación completa.
