Jun-Ho Son ha sido sancionado de por vida en China por graves acusaciones de manipulación. El internacional, que ha regresado a su Corea del Sur natal, ahora también ha sido liberado por su club, el Suwon FC
Un temblor recorrió el fútbol chino el 10 de septiembre: La Asociación China de Fútbol prohibió de por vida la actividad futbolística a un total de 43 jugadores y funcionarios por apuestas ilegales y amaño de partidos. Además del jugador nacional chino Jin Jingdao, Jun-Ho Son también se vio afectado.
El 20 veces internacional surcoreano, que jugó en el Shandong Taishan de la Superliga china entre enero de 2021 y el verano de 2023, estuvo implicado en corrupción y amaño de partidos durante ese periodo, según un comunicado oficial de la asociación -que el jugador de 32 años desmintió con vehemencia ante los medios coreanos poco después-.
Las autoridades chinas habrían chantajeado a Son
El centrocampista denunció entre lágrimas las «ridículas acusaciones». Su detención había sido un «shock abrumador» y sólo había confesado porque le habían coaccionado a hacerlo mediante métodos de interrogatorio chantajistas. Le amenazaron con detener también a su mujer y llevarla al mismo centro de detención si no admitía las acusaciones.
Estas explicaciones no sirvieron de nada a Son: su actual empleador, el Suwon FC de su Corea del Sur natal, anunció el viernes la rescisión de su contrato con el participante en el Mundial de 2022, también a petición del jugador. El club publicó en Instagram que, tras considerarlo detenidamente, había decidido «cumplir el deseo de Son de rescindir su contrato», lo que redundaba en beneficio del club. El director deportivo Choi Soon-ho explicó la decisión diciendo que sería una falta de respeto a los aficionados mantener a Son en estas circunstancias
El caso de Suwon se hizo demasiado grande
Según Choi, inicialmente se consideró apropiado mantener a Son. Sin embargo, el caso se había vuelto demasiado grande, por lo que era apropiado poner fin a la relación laboral. Según la agencia de noticias Yonhap, la rueda de prensa en Suwon dejó al público con más preguntas que respuestas, lo que también tuvo un impacto negativo en la percepción pública del jugador.
Son pasó unos diez meses en prisión en la República Popular durante la investigación y fue liberado en marzo de este año. Según la agencia de noticias Yonhap, la asociación china remitió los resultados de la investigación a la FIFA. Si la asociación mundial de fútbol siguiera la sentencia china y le prohibiera jugar internacionalmente, sería el fin de la carrera de Son. El agente de Son no daba por hecho el miércoles que su cliente fuera a enfrentarse a sanciones de la FIFA, ya que China no había aportado ninguna prueba de mala conducta.