Primero no le dejaron cambiar, ahora tiene que descansar. Jesse Lingard dejó claro el jueves por la noche que tiene un problema con el Manchester United.
«Jesse nos ha pedido a mí y al club que le demos unos días de descanso para despejar la cabeza», había dicho el entrenador del Manchester United, Ralf Rangnick, sobre Lingard esta semana. ¿Pero era eso lo que realmente quería?
El jueves por la noche, el atacante acudió a Twitter para desmentir la afirmación: «¡El club me dijo que me tomara un tiempo libre por razones personales! Tengo la mente clara y siempre seré profesional y daré el 100% cuando se cuente conmigo».
Sin duda, ese no ha sido el caso de los Diablos Rojos en los últimos tiempos. Aunque Lingard impresionó en su cesión al West Ham la temporada pasada, el jugador de 29 años sólo ha disputado 88 minutos en la Premier League esta temporada.
Por ello, el internacional inglés buscaba otro movimiento, al menos en calidad de cedido, e incluso se rumoreó con un fichaje por el nuevo rico Newcastle United. Sin embargo, al final el United decidió quedarse con Lingard, también por el caso de Mason Greenwood.
«Hace tres semanas Jesse no quería irse, luego cambió de opinión», dijo Rangnick el jueves. «En ese momento dije que si encontraba un club y una solución que nos convenía, lo dejaríamos ir. Pero con los acontecimientos de los últimos días, las cosas han cambiado. El lunes por la tarde, la junta directiva dijo que debía quedarse. Nos falta un jugador que ha jugado con regularidad y tampoco hemos podido llegar a un acuerdo con ningún club».
