En el Valle de Rems, el piloto de carreras Bernd Mayländer ahora cultiva sus propios vinos, reviviendo una vieja tradición de su familia
Bernd Mayländer, el piloto del coche de seguridad de la Fórmula 1, ha descubierto una nueva pasión para sí mismo y ha presentado el jueves su nuevo proyecto de corazón en su país. Pues el cincuentón de Schorndorf, tal y como anunció oficialmente el otro día, ¡se va a meter entre los viticultores!
Los tres vinos nobles se llaman Samu Rosè, Myri Rotwein Cuvèe y Bela Blanc de Noir. Los vinos llevan el nombre de los hijos y la esposa de Mayländer. Además, existe una edición limitada en un envase de alta calidad para aficionados y coleccionistas, de la que sólo se venden 150 ejemplares.
La conexión entre los deportes de motor rápidos y ruidosos y la afición por la naturaleza del vino no es evidente a primera vista. Pero es una tradición en la familia de Mayländer. Su familia tenía un gran número de viñedos en Schorndorf, en los que se cultivaban principalmente Trollinger y Riesling y de los que se prensaban muchos miles de litros de vino tinto y blanco.
La viticultura era un proyecto de afición de su abuelo y su tío, que se perseguía literalmente con mucho amor. Sin embargo, la edad de los señores acabó pasando factura, por lo que una gran parte de los viñedos se fue vendiendo. En la actualidad, sólo unos pocos siguen siendo propiedad de la familia y se alquilan a largo plazo.
Lo que muchos no saben: Antes de su carrera como piloto de carreras, el «Mister Safety-Car» realizó un aprendizaje clásico como empleado industrial, en Coca-Cola en Fellbach. Después trabajó para la empresa embotelladora de Coca-Cola de sus padres en Urbach (Suabia) y Karslruhe (Baden).
Ahora vuelve a sus raíces y a las de su familia y vende sus propios vinos, que han sido vinificados con gran cuidado y pasión en estrecha colaboración con el Joven Enólogo del Año de la región, Daniel Kuhnle, de la bodega Kuhnle de Strümpfelbach.
Por cierto, Mayländer no es el único piloto de carreras que ha hecho del vino su afición, al menos como actividad secundaria. Ralf Schumacher y Jarno Trulli también se han hecho un nombre como bodegueros tras sus activas carreras.
