Incluso después del cambio de entrenador, la AS Roma no acaba de volver a la senda del éxito. Tras la reciente decepción de la Europa League, el siguiente revés para los ambiciosos giallorossi se produjo en el campo del colista de la Serie A
Podría haber sido un duelo entre dos campeones del mundo de 2006, pero mientras el entrenador del Monza, Alessandro Nesta, había recibido el visto bueno del colista pese a la reciente derrota por 2-0 en Nápoles y su continua racha sin ganar, la paciencia de los dirigentes del Roma ya se había quebrado hace semanas. El resultado: la sorprendente marcha anticipada de Daniele de Rossi y la instalación del experimentado Ivan Juric.
A pesar de dos victorias consecutivas en la Serie A, los giallorossi siguen sin arrancar bajo la batuta del croata de 49 años. Tras un decepcionante 0-1 en la Europa League en casa del modesto IF Elfsborg sueco, ahora han cosechado un pésimo 1-1 en Monza.
La redención de Dovbyk se desvanece de inmediato
En esta 7ª jornada, los capitalinos crearon mucha más posesión de campo y ocasiones que los modestos. Sin embargo, los romanos fueron incapaces de convertirlo en goles en los primeros 45 minutos, en parte porque Soulé sólo remató al poste (minuto 14), Pellegrini falló por poco desde muy buena posición (23) y Koné tampoco acertó a meter el pie (25).
Al menos el Roma, que no pudo contar con Dybala (problemas musculares) y Hummels (aún sin minutos por un resfriado), aceleró el ritmo tras la reanudación. La recompensa merecida: el 1-0 por mediación de Dovbyk (61′). El musculoso ucraniano se hizo con el balón tras un inteligente pase de Cristante, regateó, amagó varias veces y remató con confianza por la escuadra derecha.
Sin embargo, la ventaja sólo duró nueve minutos. ¿Por qué? Daniel Maldini, recientemente nominado a la Squadra Azzurra por primera vez y como tercer Maldini, se incorporó y cazó a Carboni a la izquierda del área. El guardameta del AS, Svilar, no logró desviar el centro de Carboni, lo que permitió a Dany Mota, que acababa de saltar al terreno de juego minutos antes, rematar a gol (70′).
El marcador no se movió después de que Koné, ex jugador del Gladbach, fallara dos veces más (76′ y 90.+5). De este modo, los giallorossi se estancaron en la zona media de la tabla con cuatro empates, mientras que el Monza -también con cuatro empates- se mantuvo en la parte baja de la clasificación.