El resultado fue claro, como lo fue la entrevista de Gianluigi Donnarumma inmediatamente después del pitido final. El capitán de la Squadra Azzurra estaba muy molesto, e incluso sospechaba de una campaña contra él mismo.
No hay duda de que Gianluigi Donnarumma es un excelente portero. Sin embargo, también está claro que el guardameta del París Saint-Germain, a pesar de sus años de experiencia al más alto nivel en su antiguo club, el Milán, su actual empleador, el PSG, o con su país, y de haber ganado la Eurocopa el año pasado, todavía puede mejorar mucho. Palabra clave: abrir a los jugadores con el balón en los pies.
Se recuerda el partido de vuelta de los octavos de final de la última temporada de la Liga de Campeones, cuando el jugador de 23 años hizo un terrible pase mal dirigido a los pies de Vinicius Junior cuando Karim Benzema estaba en la portería con el 1-1, contribuyendo así a encajar el gol. Al final, el resultado sería de 1:3, por lo que el PSG quedó eliminado antes de tiempo contra el eventual ganador, a pesar del 1:0 de la ida.
Y también hubo una escena de este tipo aquel martes por la noche en el claro 2:5 de Mönchengladbach, cuando los italianos, que no participaban en el Mundial de Invierno de Qatar, encajaron su primera y a la vez dura derrota en esta competición. Con el marcador en 0:5, Donnarumma hizo un pase débil -esta vez al pie del comodín de la DFB Serge Gnabry- y así permitió a Timo Werner marcar un doblete.
Donnarumma: «Mantengo la cabeza alta «
Al fin y al cabo, esto es lo que un entrevistador de la «RAI Sport» mencionó al sucesor de la leyenda Gianluigi Buffon, recientemente criticado por los tifosi, justo después del pitido final. ¿La respuesta de Donnarumma? Estaba claro: «¿Cuándo fue la última vez que ocurrió eso? ¿Cuando me hicieron una falta contra el Real Madrid? Si queremos tejer una polémica sobre estas cosas, pues bien… Estoy aquí para hablar de eso y del equipo. Si quieres culparme a mí, bien. Yo asumo la culpa. Soy el capitán, y mantengo la cabeza alta».
El hombre del Golfo de Nápoles añadió al respecto: «Creo que todos quieren maquinar algo por estos errores. Muy bien…»
Por cierto, Donnarumma no se quedó atrás en cuanto a la actuación de los italianos en su conjunto aquella tarde en el Borussia-Park de Gladbach. Ni siquiera los dos goles de última hora del joven Wilfried Gnonto (FC Zúrich), que a sus 18 años y 222 días se había convertido en el goleador italiano más joven de la historia de la selección absoluta, y de Alessandro Bastoni pudieron contener el resentimiento del portero.
Más adelante, Donnarumma lo dejó bien claro: «¡Estamos cabreados! No hay excusas para hoy. Tenemos que mejorar eso en el futuro y salir a demostrar que no somos nosotros. Hoy nos hemos perdido todo».
Por supuesto, tras el final de una temporada intensa para todos y los actuales cuatro partidos de la Nations League en 15 días, también había «un poco de cansancio en los huesos, pero no buscamos coartadas». Tenemos que mirarnos a los ojos y aceptarlo. Lamentamos que los aficionados hayan tenido que ver eso. Esa no es la manera de hacerlo. Simplemente, todo el mundo ha cometido errores hoy». Por supuesto, él mismo también cometió errores: «Debería haber tirado simplemente el balón fuera cuando estaba 0:5. Pero se aprende de los errores y se crece a partir de ellos».