La Juventus de Igor Tudor se muestra más dispuesta que la de Thiago Motta, y esta impresión se ha confirmado también en su visita a Roma. Aunque al final no ha conseguido el triplete tras ir ganando 1-0. Ha habido una mano dorada en medio.
En su debut en el banquillo del Juventus (1-0 contra el Genoa), Igor Tudor había ayudado con sus ágiles manos, pero ahora se enfrentaba a su primer reto con sus pupilos: el partido contra la Roma, que lleva meses en alza.
El equipo del veterano entrenador Claudio Ranieri recibió a la Vieja Dama en esta 31ª jornada de la Serie A con una racha de éxitos que le permitía luchar por los puestos europeos: incluyendo el reciente 1-0 contra el Lecce, los capitalinos llevaban 14 partidos de liga consecutivos sin perder, habían conseguido siete victorias seguidas y solo habían encajado un gol.
En este partido en casa en el Stadio Olimpico, los romanos tuvieron que pagar un alto precio por el nuevo estilo de juego del Torino. Los bianconeri presionaron con ahínco, aumentaron la presión y en algunos momentos no dejaron que los locales cruzaran la línea de medio campo.
Dos veces al palo, un gol.
Vlahovic, bloqueado por Hummels, también se acercó peligrosamente (minuto 16). Lo mismo que González. El exjugador del Stuttgart se desesperó con un cabezazo que fue salvado por el portero del AS, Svilar, que incluso desvió el balón al larguero (27). Vlahovic también probó al portero de los capitalinos (33′), pero este no tuvo nada que hacer en el minuto 40. En ese momento, Locatelli lanzó el balón sin previo aviso desde la distancia al ángulo inferior izquierdo, logrando el merecido 1-0 para la Juventus.
Sin embargo, la verdad de esta primera parte también fue que los romanos se fueron encontrando a sí mismos y dieron un cariz más abierto y entretenido a este partido de alto nivel. Cristante tuvo una muy buena oportunidad, pero Kalulu logró bloquear el buen pase de Dovbyk (25′). Además, El Shaarawy remató de cabeza al poste izquierdo (37′).
Ranieri sustituye a Hummels y marca el 1-0
Los segundos 45 minutos comenzaron con un fútbol completamente dominante de la Roma, con el apoyo ruidoso de las gradas. Ocasiones y remates incluidos: Shomurodov, que había sido sustituido en el descanso por Hummels, que se había quedado en el vestuario y se jubilará este verano, generó peligro de inmediato. Sin embargo, el muy atento Kalulu, que esta noche ha estado presente en numerosas ocasiones como salvador, pudo bloquearlo (49′).
Sin embargo, en el mismo minuto, los giallorossi lograron el merecido empate: tras un potente cabezazo de Ndicka que Di Gregorio logró atajar, el uzbeko se colocó en el punto de penalti y empujó el balón al fondo de la red con la parte inferior del larguero (1-1, 49′). El Shaarawy (52′) y Dovbyk (60′) no lograron el 2-1. Por otro lado, McKennie falló en un ángulo cerrado en el duelo con Svilar (62′) e Yildiz con un disparo desviado por Manu Koné (72′).
No se pudo ofrecer más, en la fase final prevaleció en ambos equipos el miedo a cometer un error defensivo. Así que no se arriesgó demasiado y se conformaron con el empate. Un empate a uno que no ayudó a ninguno de los dos equipos en la clasificación, pero que confirmó las tendencias positivas de ambos. La Juventus de Claudio Ranieri ha tomado el camino correcto, al igual que la Roma de Fabio Capello, que lleva ya 15 partidos de liga consecutivos sin perder.