Después de que el Manchester City no pasara del empate a primera hora de la tarde, el Liverpool FC tenía que ganar al colista Wolverhampton para colocarse líder. Los Reds lo consiguieron, aunque por muy poco.
El Liverpool, que empezó con diez jugadores nuevos con respecto a la victoria por 5-1 en la Copa de la Liga contra el West Ham United (sólo Diogo Jota volvió a ser titular), lo tuvo muy difícil durante mucho tiempo en el campo del colista Wolverhampton y a menudo llegó un paso demasiado tarde contra un valiente equipo de los Wolves. El equipo de Gary O’Neil, que sólo había sumado un punto hasta la fecha, se mostró por el contrario seguro con el balón y dispuso de muchas combinaciones, pero los locales, que habían perdido recientemente por 3-1 en casa del Aston Villa, carecieron de ocasiones de gol.
Hubo que esperar hasta el minuto 22 para que Matheus Cunha se internase por la banda derecha y pusiese a prueba a Alisson. No fue hasta pasada la media hora cuando los Reds se hicieron con el control del juego y trataron de abrirse camino hasta la portería de los Wanderers. Lo consiguieron por primera vez en el minuto 40, cuando Szoboszlai no pudo batir a Johnstone desde cerca. Poco después, sin embargo, se rompió el maleficio: Diogo Jota dispuso de mucho espacio, pudo centrar y encontró a Konaté en el centro, cuyo cabezazo entró (45′).
Los Reds siguieron dominando tras el descanso, pero fueron demasiado descuidados con sus pocas grandes ocasiones. Salah no aceptó la invitación de Lemina y falló ante la portería huérfana con su pie derecho, más débil (50′). En cambio, Konaté cometió un error garrafal en el otro extremo, que los Wolves supieron aprovechar y empatar de la nada (56′).
Salah restablece la diferencia
Sin embargo, este resultado provisional no iba a durar mucho, ya que poco menos de tres minutos después Nelson Semedo derribó a su compatriota Diogo Jota en su propia área de castigo, dejando al árbitro Anthony Taylor sin otra opción que señalar el punto penal (59′). Salah, por supuesto, no desaprovechó la ocasión y restableció la diferencia en el minuto 61.
Los Reds dispusieron entonces de algunas oportunidades más para marcar un tercer gol (Jones puso a prueba a Johnstone en el minuto 79), pero defensivamente la victoria ya no corría peligro. El Wanderers no hizo nada más y el Liverpool se colocó líder de la Premier League con su quinta victoria, aprovechando el empate del Manchester City.
El Liverpool continúa su andadura en la Liga de Campeones el miércoles contra el Bolonia (21:00 horas), mientras que el Wolves recibe al Brentford el próximo sábado a las 16:00 horas.