El actual campeón de la MLS, el LA Galaxy, ha tenido un mal comienzo de temporada. Marco Reus y compañía cayeron sorprendentemente en casa ante el San Diego FC por 0-2.
La euforia entre los 25.224 espectadores fue grande tras el título de la temporada pasada. Por eso, el domingo imaginaban el comienzo en el Dignity Health Sports Park de forma muy diferente: LA Galaxy perdió inesperadamente por 0-2 ante San Diego FC. Antes, el campeón había permanecido invicto en su propio estadio durante 21 partidos seguidos, y también durante toda la temporada anterior. La última derrota en casa se remontaba al 21 de octubre de 2023.
El Galaxy había conseguido una racha de 15 victorias consecutivas en el Dignity Health Sports Park. Sin embargo, nada de eso valió para el inicio de la MLS. «Simplemente parecíamos descoordinados, y eso quizás signifique que no estábamos preparados para estar donde tenemos que estar con los nuevos fichajes que queremos integrar en el equipo. No parecíamos un equipo que acaba de ganar el campeonato», criticó el entrenador Greg Vanney.
La ofensiva en torno a Marco Reus, que fue sustituido a los 72 minutos, también quedó prácticamente en deuda con todos. «Tuve la impresión de que estuvimos algo desconcentrados la mayor parte del partido en cuanto a nuestras posiciones, dónde tenemos que estar y cuándo tenemos que estar allí», analizó Vanney: «Tuve la sensación de que no fuimos muy dinámicos en la mitad delantera del campo, y cuando llegamos al frente no convertimos la posesión del balón en ataques».
Los nuevos fichajes del San Diego entusiasman
Al ataque le faltó «dinamismo», «como hemos visto en el pasado». Los tres debutantes del Galaxy, Christian Ramírez, Lucas Sanabria y Elijah Wynder, tampoco brillaron.
Muy diferente en el otro lado, el extremo derecho danés Anders Dreyer, que llegó a la MLS procedente del RSC Anderlecht, marcó los dos goles (52’/90’+3). El destacado asistente en el 1-0 fue Hirving Lozano, que llegó en enero procedente del PSV Eindhoven. Dreyer y Lozano atacaron junto al exjugador del Mainz Marcus Ingvartsen, y también al Dignity Health Sports Park.
