El debate sobre las sanciones de tiempo en el fútbol lleva tiempo abierto, y ya se han probado. Ahora podría introducirse la tarjeta azul, aunque todavía no se ha concretado nada. Y la FIFA volvió a dejar clara su postura por la noche
Ya es práctica común en el hockey sobre hielo y el balonmano: los penaltis con tiempo. Ahora podría llegar también al fútbol, ya que el «Telegraph» inglés informa de que la International Football Association Board (IFAB) anunciará el viernes la puesta en marcha a modo de prueba de una nueva tarjeta azul.
Las faltas leves que impidan una ocasión de gol o las agresiones verbales al árbitro se sancionarían con la citada tarjeta. Esto conllevaría un descanso obligatorio de diez minutos. También se establece que dos tarjetas azules conllevarían la expulsión de la misma manera que dos tarjetas amarillas, al igual que una combinación de azul y amarilla.
Según el informe, las series de pruebas correspondientes podrían empezar ya este verano, aunque no tendrían lugar en las ligas más importantes ni en los grandes torneos. Sin embargo, el periódico menciona la FA Cup y la Women’s FA Cup, en parte porque se dice que la FA inglesa está considerando la posibilidad de poner estas dos competiciones a disposición de los experimentos de forma voluntaria.
Todavía no se ha confirmado nada oficialmente. La FIFA también respondió al informe, subrayando que los informes sobre «las llamadas tarjetas azules en la élite no son correctos» y aclarando su postura al respecto: «Cualquier ensayo, si se implementa, debe limitarse responsablemente a pruebas en divisiones inferiores. «
Las sanciones de tiempo ya se han experimentado en ligas inferiores, también en Alemania. Por ejemplo, la Federación Bávara de Fútbol (BFV) reintrodujo las sanciones de tiempo para adultos en el fútbol aficionado en 2022/23 y al final sacó una conclusión positiva. Según la BFV, la medida fue recibida positivamente por clubes, árbitros y jugadores, en parte porque supuso una reducción del número de expulsiones y, por tanto, también de suspensiones. Sin embargo, también hay voces críticas, como la de Christian Streich, que afirmó que «no la necesitaba».
Las tarjetas amarillas y rojas existen desde el Mundial de México 1970; la tarjeta amarilla-roja con una suspensión más corta se introdujo en 1991.
¿Otra novedad? Sólo el capitán puede hacer una audición
Además de la tarjeta azul, también está previsto que en el futuro sólo el capitán pueda hablar con el árbitro en caso de decisiones controvertidas, un enfoque que ya se practica con éxito en el rugby. De este modo, se evitará la formación de manada. En general, los responsables de las reglas quieren mejorar el comportamiento de jugadores y oficiales y aumentar el respeto por los árbitros. Los planes ya se habían anunciado en noviembre, pero ahora parece que se concretan