En vísperas de la final del Mundial del domingo, el seleccionador serbio, Svetislav Pesic, habló sobre el choque especial contra Alemania y reveló cuál será la clave en la final.
«Jugamos contra Alemania, probablemente nadie lo esperaba, pero yo sí, y eso es lo más importante», dijo Pesic y explicó: «Esperaba a Alemania, no porque los otros equipos sean más débiles que Alemania, sino porque son los que más han demostrado en el torneo. No han perdido ningún partido y están jugando un torneo perfecto».
Dijo que no le sorprendía la fortaleza de los alemanes. «Conozco al entrenador, a los jugadores, su sistema, su mayor fortaleza es la continuidad, llevan muchos años jugando juntos», declaró el técnico de 74 años al margen de una sesión de entrenamiento el sábado, y señaló: «Tienen un equipo fantástico, nos espera un partido muy complicado». Cuando un equipo gana a Estados Unidos y va por delante todo el partido, hay que respetarlo y prepararse al máximo».
Esta final se distinguiría por «dos equipos muy fuertes. Ambos han llegado a la final gracias al trabajo en equipo, ambos tienen mentalidad ganadora, ambos creen en sí mismos y en sus cualidades. Estoy seguro de que será una buena final».
¿El conocimiento de los alemanes por parte de Pesic es una ventaja?
Si será una ventaja para Serbia que conozca tan bien el baloncesto alemán, no pudo confirmarlo ni descartarlo. «Ya lo veremos. Es difícil de decir, hoy en día los jugadores serbios también son conocidos, existe algo parecido al scouting.»
Por supuesto, conoce a los alemanes «muy bien, conozco personalmente al entrenador y a los jugadores. Si eso es una ventaja, no lo sé. Prefiero fijarme en mis jugadores. Será una batalla cuesta arriba, los alemanes son un equipo luchador, nunca se rinden».
La clave del partido será la defensa. «Ahí no hay ningún dilema. No tenemos el tamaño y el físico de los alemanes, pero tenemos una buena anticipación. Pero no quiero empezar a hablar de inteligencia baloncestística, porque la inteligencia sin espíritu de lucha y compromiso tampoco ayuda.»
Pesic también espera el partido por motivos personales, ya que se reencuentra con el país con el que se proclamó campeón de Europa en 1993 y que desde entonces se ha convertido en su segunda casa. En Alemania «maduré como entrenador, me dieron mucho, me ayudaron a convertir mi talento en experiencia y calidad».
