Contra el BVB hubo gala, pero en la liga se logró una trabajada victoria por 1-0 contra el CD Leganés. Al Barcelona le costó mucho, pero luego se benefició de un gol en propia puerta en un partido intenso y emocionante hasta el final.
Entre semana, el FC Barcelona había goleado al BVB por 4-0 en el partido de ida de cuartos de final de la Liga de Campeones y ahora se enfrentaba al colista, el Leganés. El entrenador Hansi Flick solo hizo dos cambios: Araujo sustituyó a Cúbarasi en defensa, mientras que Eric ocupó el puesto de De Jong en el centro del campo.
El papel de favorito estaba claro, ya que el líder de La Liga jugaba contra el penúltimo de la tabla, que, sin embargo, había vuelto a puntuar la semana anterior tras tres derrotas consecutivas con un empate a uno contra Osasuna. El entrenador Borja Jiménez hizo cuatro cambios y sacó a Nastasic, Neyou, Cruz y García para meter a Adria, Sáenz, Óscar y Diomande. Con ello, el Leganés se posicionó mucho más defensivo que contra Osasuna.
Comida pesada en Leganés
Leganés sabe cómo ganar al Barça, ya que en la primera vuelta logró esta hazaña a domicilio (1-0). El planteamiento de los locales fue sencillo: mantenerse juntos, cerrar los flancos y ser agresivos en los duelos.
Y el plan funcionó durante mucho tiempo, porque el Barcelona tuvo más posesión de balón, pero no creó ocasiones dignas de mención. El primer buen remate del partido lo realizó incluso Adria Alti, que falló ante Szczesny tras una buena asistencia de Dani Raba (13′). Tuvieron que pasar otros nueve minutos para que el Barça se acercara por primera vez con peligro: Dmitrovic detuvo con fuerza un disparo desviado de Koundés desde un ángulo cerrado por Sergio González.
El juego de paciencia del Barcelona
Fue un juego de paciencia para los catalanes, que, sin embargo, no se dejaron intimidar y siguieron jugando con determinación. Sin embargo, no fue un partido vistoso, sino más bien bastante duro, y no fue sorprendente que se llegara al descanso sin goles, lo que también se debió a las ocasiones falladas por Dani Raba (43′, 45’+4) y por Fermin (44′) en el otro equipo.
Flick reaccionó y sustituyó a Araujo por de Jong, mientras que Eric pasó a la línea de cuatro. Ya era el segundo cambio de los visitantes, ya que poco antes del pitido final Balde tuvo que retirarse por lesión.
Poco después, el Leganés se puso la zancadilla a sí mismo: primero, Óscar perdió el balón de forma imprudente, luego Raphinha se escapó por la izquierda y centró fuerte hacia Lewandowski. Saenz intentó salvar el balón, pero lo envió a su propia portería con una entrada (48′).
Con la ventaja a favor, el juego del Barça se hizo más fácil. El balón circulaba con fluidez y el juego se desarrollaba casi por completo en el campo contrario, aunque las ocasiones eran escasas. Fermin, tras un gran regate (58′), no pudo marcar, al igual que Lewandowski (63′).
Emocionante hasta el final
Como el Barcelona no sentenció el partido, la emoción se mantuvo y las esperanzas del Leganés se mantuvieron vivas. García falló el 1-1 (76) solo unos segundos después de su entrada. Poco después, Saénz debió de estar muy contento de no haber marcado el segundo gol en propia puerta de la noche, después de que su disparo se marchara por poco a la izquierda de su propia portería (81).
Al final, eso no cambió el hecho de que el Leganés se fue con las manos vacías y el Barcelona se llevó tres puntos a casa, también porque Íñigo Martínez se interpuso en el camino del suplente Munir con una entrada monstruosa en el tiempo de descuento (90+2).
El martes (21:00 h), los catalanes viajarán a Dortmund con más confianza y una ventaja de 4-0 para el partido de vuelta de cuartos de final, antes de que el sábado de Pascua (16:15 h) se dispute el partido en casa contra el Celta de Vigo. Leganés, por su parte, se enfrentará a domicilio al Mallorca el mismo día a partir de las 18:30 h y tendrá que prescindir en la isla del sancionado Dani Raba.