Durante bastante tiempo,
China se consideró un destino deseable para los futbolistas profesionales. Luego llegó el crack, y la doctrina estatal de promoción del fútbol dejó de aplicarse. Pero el caso de Kingsley Onuegbu, ex jugador del Fürth y del Duisburgo, demuestra que sigue habiendo clubes dispuestos a pagar sumas asombrosas, aunque aparentemente la moral de pago no siempre sea la correcta.
El delantero Kingsley Onuegbu, que tenía contrato con el SC Idar-Oberstein, el Eintracht Braunschweig y el SV Sandhausen en Alemania, así como con el SpVgg Greuther Fürth y el MSV Duisburg, firmó el 15 de marzo de 2022 un contrato con el Qingdao Hainiu FC que se extiende hasta el 31 de diciembre de 2022.
El club de la ciudad portuaria de Qingdao, que cuenta con una población de más de seis millones de habitantes, juega actualmente en la segunda división y ganó la copa nacional en 2002. Hasta la fecha, éste es el mayor éxito del club.
Según el contrato, que se firmó cuando tenía casi 36 años, Onuegbu iba a percibir un salario de 300.000 dólares estadounidenses por esos ocho meses y medio. Para un profesional de su edad, que pasó su carrera en Alemania alternando entre la 2ª y la 3ª división, se trataba de un salario fijo bastante elevado, sobre todo teniendo en cuenta que, además, había que pagar primas. Sin embargo, a 2.000 dólares por gol y la misma cantidad por victoria, éstas eran extremadamente bajas en relación con el salario fijo.
No obstante, en comparación con los ingresos medios de un jugador de la liga alemana, que probablemente equivalen a 370.000 dólares estadounidenses, el salario parece sorprendentemente generoso para un club chino de segunda división.
El brillo del fútbol chino se ha desvanecido
Como todos sabemos, la gran racha del fútbol chino, que antaño invertía sumas ingentes en estrellas europeas y sudamericanas como sólo hace hoy Arabia Saudí, hace tiempo que pasó. Mientras tanto, 16 clubes profesionales del Imperio del Centro quebraron. Allí jugaron Didier Drogba, Paulinho, Carlos Tévez y Hulk. Aparte de Oscar, ex estrella del Chelsea, y Marouane Fellaini, ambos mayores de 30 años, apenas quedan nombres ilustres en la Superliga china. Por eso resulta tan sorprendente que el Quingdao, donde Onuegbu llegó a través del Nea Salamina Famagusta (Chipre) y de los dos clubes chinos Shaanxi Chang’an Athletic y Xinjian Tianshan Leopard, recientemente disueltos, haya recibido una cantidad de dinero relativamente elevada.
O mejor: debe fluir.
Porque el 2 de junio de 2023, Onuegbu acudió a la FIFA para reclamar el pago de salarios pendientes, que abrió entonces un procedimiento. El 1 de mayo, según el expediente del organismo rector del fútbol mundial, el jugador de origen nigeriano ya había enviado un recordatorio al Quingdao por pagos pendientes de 96.000 dólares. El club y el delantero llegaron entonces a un acuerdo. La suma debía reducirse en 10.000 dólares estadounidenses y pagarse en un plazo de cinco días laborables. Un retraso de siete días habría supuesto una multa de 5.000 dólares.
¿Falsificación de documentos?
Más tarde, el 12 de junio, Onuegbu informó a la FIFA de que había recibido los 86.000 dólares, pero que ahora exigía el resto también debido al retraso. También se quejó de la supuesta falsificación de firmas: antes de la temporada, todos los clubes debían obtener una confirmación por escrito de cada jugador a la liga de que no había pagos de salarios pendientes. Según el expediente, él declaró que no había firmado tal papel, pero que el documento, no obstante, existía.
Legalmente, Onuegbu salió perdiendo frente al club, que no hizo comentarios.
Como no había depositado ningún documento sobre el pago de los 86.000 dólares, como un extracto bancario, que sirviera de prueba del retraso, la FIFA no dio curso a la reclamación del jugador. Según el expediente de la FIFA, Onuegbu tampoco pudo aportar ninguna prueba de la falsificación de documentos. Al fin y al cabo, tiene los 86.000 dólares pendientes de pago.
Y ha encontrado un nuevo empleador en el Dongguan Guanlian, de nuevo en la segunda división china. A la edad de 37 años en el ínterin.
