De repente todo está abierto de nuevo. Los jugadores de baloncesto del Bayern han luchado por volver a la serie final. Ahora quieren asegurar el empate el domingo. Para Alba, la carga de expectativas era demasiado grande.
El sábado, los jugadores de baloncesto de Alba Berlín volvieron a salir a la carretera. Pero no con el trofeo de campeón en su equipaje para celebrarlo en alguna isla de fiesta española, sino en Múnich. Porque allí se disputará el domingo la cuarta final de la Bundesliga de baloncesto, después de que el viernes el Bayern demostrara ser un aguafiestas en Berlín y recortara la serie a 1:2. En lugar de un arrebato de campeonato, hubo un poco de conmoción en la arena de Ostbahnhof. «Nos han dado una patada en el culo», dijo Luke Sikma, de Berlín.
La gran pregunta ahora es cómo reaccionarán ambos equipos a la completamente sorprendente victoria del Bayern por 90:60 en Berlín. En realidad, todo el mundo daba por hecho que el Alba lograría su tercer campeonato alemán consecutivo con su vigésima victoria seguida el viernes. Los defensores del título habían sido demasiado dominantes en los últimos partidos, y los bávaros, escasos de efectivos, parecían demasiado maltrechos.
Pero entonces los berlineses tuvieron un mal día, mientras que los muniqueses, con la sensación de que no tenían nada que perder, jugaron su mejor partido en los playoffs de este año. «Puedes cometer errores, pero nunca debes rendirte. Esa es la mejor respuesta que se puede dar hoy», dijo un orgulloso entrenador del Bayern, Andrea Trinchieri. «El partido muestra la cultura de nuestro equipo y de toda la organización», dijo el italiano.
Al equipo de Múnich le había molestado mucho que todo lo que se hablara y escribiera en el período previo al tercer partido se refiriera a la próxima borrachera de Berlín. El conjunto estrella del Isar no quiso despedirse de la temporada con una barrida, es decir, una derrota en tres partidos. «Se podía oler: Todo estaba listo para la fiesta del título. Nadie en la BBL esperaba que ganáramos hoy aquí», dijo Trinchieri.
Trinchieri al honor
En los prolegómenos del partido, el entrenador ya no habló de cuestiones específicas del baloncesto, sino que se limitó a apelar al orgullo y al honor de sus jugadores. Con éxito. Desde el principio, los bávaros salieron a por todas y dieron una lección a los berlineses, que parecían paralizados. «Todo estaba en nuestra contra, pero logramos mostrar carácter», dijo el capitán Nihad Djedovic.
De eso se tratará ahora el Alba tras la derrota en casa. «El resultado no importa. Lo que sí importa es cómo se reacciona ante ella», dijo el director general del Alba, Marco Baldi. «El gran partido para el que todo estaba preparado, lo perdimos. Es entonces cuando tienes que buscar sacarlo de tu sistema de inmediato».
En cambio, los bávaros, que regresaron a Múnich en avión inmediatamente después de terminar el partido el viernes por la noche, recuperan la esperanza. El director general, Marko Pesic, saludó eufóricamente al presidente del Bayern, Herbert Hainer, tras la victoria. «Hoy ha sido muy fuerte», dijo Pesic. «Ahora tenemos que regenerar y construir sobre eso el domingo»
