Rafael Nadal esperará hasta que se someta a exámenes por una lesión muscular en el abdomen antes de decidir si jugará en las semifinales de Wimbledon.
«Hay algo más importante que ganar Wimbledon, que es la salud. Vamos a ver cómo evoluciona», dijo el español, de 36 años, tras su victoria en cuartos de final en un emocionante partido a cinco sets contra el profesional estadounidense Taylor Fritz, anunciando las pruebas médicas.
El 22 veces ganador de torneos de Grand Slam había buscado tratamiento para sus dolencias en el segundo set, recibiendo antiinflamatorios y analgésicos de un médico, como él mismo informó. Durante el partido, su padre y su hermana le hicieron señas para que se rindiera. «Esto es algo que odio. Por eso intenté seguir adelante», dijo Nadal.
Luchó contra Fritz por 4-6, 7-5, 3-6, 7-5, 7-6 (10-4) en 4:21 horas para mantener viva la posibilidad de una final de ensueño contra el defensor del título, el serbio Novak Djokovic. Tras sus triunfos en el Abierto de Australia y en el Abierto de Francia, Nadal sigue teniendo opciones de ganar el Grand Slam, ganando los cuatro torneos importantes en un año. Ahora se enfrentará al australiano Nick Kyrgios, que alcanzó su primera semifinal en Wimbledon al vencer al chileno Cristian Garín por 6-4, 6-3 y 7-6 (7-5), el viernes.
No pudo dar una respuesta clara sobre si jugaría, dijo Nadal. Si dijera que lo haría y luego apareciera otra cosa, «entonces sería un mentiroso».
Antes de que comenzara el torneo, el español había informado de que el dolor crónico en su pie izquierdo se había aliviado con una terapia especial. En Barcelona, Nadal se había sometido a una terapia de radiofrecuencia pulsada. Con este tratamiento se anestesian los nervios del pie afectado y ya no pueden transmitir el estímulo del dolor al cerebro. Nadal padece desde hace años el síndrome de Müller-Weiss, una enfermedad rara y degenerativa
