Entre la satisfacción y la incomprensión: los jugadores del VfL Wolfsburgo reaccionan a sus clasificaciones de FIFA 23. Sin embargo, uno se desespera por ascender en el sistema de clasificación.
Después de Schlotterbeck y Adeyemi, del Dortmund, y de las estrellas del París Saint Germain, los jugadores del VfL Wolfsburgo también dan su opinión sobre la satisfacción de sus valoraciones en FIFA 23.
Sin embargo, a
One no le apetece nada mirar las clasificaciones. El centrocampista Yannick Gerhardt mira en dirección al mapa sobredimensionado y dice: «No, voy a ir directamente allí». El croata Josip Brekalo también es bastante reacio a entrar en su imagen virtual. Hace años que no juega al FIFA, «los valores son una desfachatez de todos modos».
Hay margen de mejora
Jerome Roussillon, por su parte, gesticula bastante para mostrar lo que piensa de su encarnación en FIFA 23. El francés coge la tarjeta de cartón y la deposita en la basura.
Más alegre es la reacción del atacante Lukas Nmecha, que prácticamente estalla de júbilo ante la posibilidad de ver sus clasificaciones. El jugador nacional tiene lista su calificación del año anterior, 74, y está «definitivamente satisfecho con el plus cuatro».
Lukas Nmecha y Ridle Baku ven margen de mejora. Para este último, la velocidad «podría ser un poco mejor». Sin embargo, el físico le parece bien a Nmecha: «Creo que Ronaldo tenía un punto menos el año pasado, así que estoy contento con eso. «
Confusión con Arnold
Más profundo en el análisis, el capitán Maximilian Arnold: «¿Cómo puedo llegar a 80 si sólo tengo una posición en 80?»
Las clasificaciones de los jugadores causan confusión una y otra vez, incluso en la comunidad. Sin embargo, estos no se componen únicamente de los seis valores de la tarjeta FUT. Se utilizan un total de 35 valores que se multiplican por un coeficiente en función de la posición. El reconocimiento internacional se añade al resultado total y la clasificación de la FIFA está completa.
El portero Koen Casteels, por su parte, responde secamente a la pregunta sobre la satisfacción de su tarjeta con un «Sí, está bien», y la toma en silencio. Con una puntuación global de 84, es el mejor de la plantilla de los Wolves.