La Copa del Mundo de Qatar no ha tenido buena estrella desde el principio. En primer lugar, las violaciones de los derechos humanos, la esclavitud y la explotación siempre han acompañado al gran torneo, que se celebrará a finales de año. Ahora los organizadores de la Copa del Mundo han confirmado específicamente la explotación.
Tras las nuevas denuncias de Amnistía Internacional, los organizadores de la Copa del Mundo en Qatar han admitido la explotación de trabajadores en al menos dos torneos de fútbol. Tres empresas no habían respetado las normas en varios ámbitos, según un comunicado del comité organizador de la Copa del Mundo. Estas violaciones eran «absolutamente inaceptables». La organización de derechos humanos había publicado anteriormente un informe en el que acusaba a las empresas de seguridad privada de Qatar de explotar a los trabajadores inmigrantes.
En su último informe de este miércoles, la organización denuncia «graves violaciones de los derechos humanos» en el sector de la seguridad privada, «algunas de las cuales equivalen a trabajos forzados». Por ejemplo, estas personas fueron obligadas a realizar su trabajo en contra de su voluntad y bajo amenaza de castigo. «Algunos de ellos tuvieron que trabajar hasta 84 horas a la semana, y eso con el conocimiento del gobierno qatarí», criticó la organización de derechos humanos.
Según los organizadores del Mundial, las violaciones se produjeron en las tres empresas durante el Mundial de Clubes de 2020, que ganó el Bayern de Múnich en su momento, y la Copa Árabe de 2021. Éstas habrían dado lugar a «una serie de medidas, incluida la inclusión de contratistas en listas de vigilancia o listas negras para impedirles trabajar en futuros proyectos -incluida la Copa Mundial de la FIFA- antes de que estos contratistas fueran denunciados ante el Ministerio de Trabajo para que se les investigara y sancionara».
Dijo que el comité organizador estaba haciendo todo lo posible para proteger a los trabajadores.
El sistema oficial de kafala abolido
Amnistía citó entrevistas con personal de ocho empresas de seguridad para el nuevo informe. En ellos, el personal se queja de que se les priva de días libres y vacaciones. «Trabajamos de enero a enero, de domingo a domingo, sin días libres», cita la organización a un guardia de seguridad de Uganda. A otros empleados se les recortó el sueldo cuando no pudieron trabajar por enfermedad.
El rico emirato es acusado repetidamente de explotar a los trabajadores inmigrantes y de otras violaciones de los derechos humanos. El gobierno de Qatar rechaza las acusaciones, citando las reformas. Por ejemplo, se ha desmantelado el sistema de kafala. Este sistema vincula a los trabajadores extranjeros a un patrocinador local como si fuera un empleador y a menudo abre la puerta a la explotación. En Qatar, la ley permite a los inmigrantes abandonar el país o cambiar de trabajo sin el consentimiento de su empleador.
Los activistas de derechos humanos critican que, aunque oficialmente el sistema de kafala ha sido abolido, «de facto» sigue existiendo.
«Nuestros resultados demuestran una vez más que el gobierno qatarí no se toma en serio la aplicación de sus propias leyes ni la exigencia de responsabilidades a quienes las infringen», ha declarado Katja Müller-Fahlbusch, de Amnistía. Pide que el organismo mundial indemnice a los trabajadores afectados por el trabajo forzoso. Lo que la FIFA ha hecho hasta ahora, dijo, «no es suficiente».
El Mundial comienza el 21 de noviembre y se prolonga hasta el 18 de diciembre. En respuesta a las violaciones de los derechos humanos, en los últimos meses se han hecho repetidos llamamientos al boicot.
