Después de que el Presidente de la FIFA, Gianni Infantino, se pusiera firme, el International Football Association Board (IFAB) ha paralizado por el momento la introducción de la tarjeta azul como señal para los penaltis de tiempo en el fútbol profesional. El 1 de julio se introducirán otros ajustes
La tarjeta azul no se introducirá por el momento. Tal y como anunció la comisión de reglas el sábado tras su reunión en Glasgow, primero se observará la evolución en el fútbol juvenil y aficionado antes de cualquier fase de prueba en ligas superiores. No se especificó ningún plazo.
Según la idea de los responsables del reglamento, la nueva tarjeta debería servir como señal de penalización por tiempo y como fase intermedia entre la tarjeta amarilla y la roja.
En realidad, el IFAB quería votar una fase de prueba para la tarjeta azul en la Copa inglesa. Infantino, que no estuvo presente en la rueda de prensa, lo rechazó categóricamente. Los cuatro representantes de la FIFA pueden impedir cualquier decisión sobre cuestiones reglamentarias en el IFAB.
El Secretario General interino, Mattias Grafström, se sentó en el podio en nombre del organismo rector mundial. El sueco también fue nombrado nuevo presidente del Consejo de Administración del IFAB, lo que supone un nuevo aumento de poder para el hombre de confianza de Infantino.
Ajustes en las formaciones, sanciones por balonmano y tiempos muertos
El sábado, la IFAB anunció fases de prueba para otros cambios de reglas en el fútbol profesional para la próxima temporada. Estas ya se probarán en el Torneo Olímpico de Fútbol de este verano. Una parte de ellas consistirá en que, en el futuro, sólo los capitanes podrán hablar después de que un árbitro haya señalado una decisión controvertida, con el fin de evitar la formación de jaurías.
Los árbitros también tendrán la oportunidad de enviar a ambos equipos a su área de penalti para «enfriar los ánimos» tras situaciones acaloradas o formaciones en manada.
Además, se ajustará la sanción personal por penaltis de balonmano. Si no hay una clara intención de defender el balón, sólo se sancionará con amarilla en lugar de roja.
Otro ajuste se refiere al tiempo muerto del guardameta. Según el reglamento actual, los guardametas sólo pueden retener el balón durante seis segundos; si lo hacen durante más tiempo, se concede un tiro libre indirecto al adversario. En el futuro, el tiempo límite será de ocho segundos; si se supera, el equipo contrario recibirá el balón.