Arantxa Sánchez Vicario tiene que ir a juicio por su presunta implicación en un fraude millonario. Ella relata emocionada su versión de los hechos… y ahora se libra de lo peor
Fue una de las mayores rivales de Steffi Graf, número 1 del ranking mundial, ganadora de cuatro torneos del Grand Slam.
Esta semana, la leyenda del tenis Arantxa Sánchez Vicario ha vuelto a ser el centro de atención pública en su España natal, pero por razones menos agradables.
Sánchez Vicario está siendo juzgada en Barcelona por su implicación en un presunto fraude millonario, y a sus 51 años se enfrenta a cuatro años de cárcel.
El martes, Sánchez Vicario contó entre lágrimas su versión de los hechos, y ahora ha evitado el peor de los escenarios posibles para ella.
Arantxa Sánchez Vicario perdió todo su dinero
Antecedentes de la acusación: Sánchez Vicario y su ex marido Josep Santacana fueron acusados de ocultar bienes para evitar el pago millonario al Banco de Luxemburgo, con el que la pareja tenía una deuda de más de 7,5 millones de euros.
Sánchez Vicario ya había sido condenada por evasión fiscal en 2009 y posteriormente había tenido varios encontronazos con la justicia por acusaciones de fraude financiero.
Según sus propias cuentas, la ex jugadora de talla mundial ganó más de 56 millones de euros en su carrera en activo, pero acusa a su familia de haber tomado el control de todo su dinero y haberlo malgastado por completo. Una demanda contra su hermano Javier y su padre Emilio sr, fallecido en 2016, terminó en 2015 con un acuerdo extrajudicial.
Ahora Sánchez Vicario declaró ante el tribunal que su exmarido, del que se divorció en 2019, era el responsable de los nuevos problemas de dinero
«Hice lo que él me dijo que hiciera «
«Hice lo que él me dijo que hiciera», explicó. «Soy tenista, no sé nada de bienes, negocios ni nada. Confié en mi marido».
Según Sánchez Vicario, se dio cuenta tarde de la gravedad de la situación y se enfrentó a su marido, que «reconoció los hechos». Ella ya ha devuelto al banco unos 1,9 millones de euros, y la mitad de sus ingresos actuales también van al banco.
Al parecer, los fiscales consideraron creíbles las cuentas y redujeron su condena de cuatro a dos años de prisión y, según informan los medios españoles, también aceptaron la esperada suspensión de la pena a libertad condicional.
Así que, a diferencia de Boris Becker, que se metió en problemas legales por motivos similares, Sánchez Vicario evitará una pena de prisión.
Mientras tanto, su ex marido, Santancana, sigue enfrentándose a la pena solicitada inicialmente.