«Tengo mucha más confianza que en los últimos años», afirma George Russell con vistas a 2025. En su opinión, esto mejora las perspectivas de Mercedes.
La temporada de Fórmula 1 de 2024 volvió a ser un periodo lleno de desafíos para Mercedes. Después de que el equipo ya tuviera que lidiar con problemas fundamentales en 2022 y 2023, la temporada pasada tampoco pareció haber logrado explotar todo su potencial.
Sin embargo, George Russell se muestra cautelosamente optimista de cara a la próxima temporada: «Para ser sincero, creo que este año habrá un cambio significativo».
«Cada año descubríamos un problema, lo resolvíamos y creábamos otro nuevo», recuerda el británico. “Pero esta vez hemos sido probablemente mucho más disciplinados con cada cambio que hemos hecho y más meticulosos que nunca”.
El trabajo en el simulador fue especialmente intenso para asegurarnos de que no surgieran de nuevo problemas inesperados y de que “no caigamos en una nueva trampa”.
En este contexto, Russell elogia explícitamente a sus compañeros de conducción en Mercedes: «Tenemos unos pilotos de simulador realmente magníficos que demuestran mucho compromiso. Estamos bien posicionados. Kimi también ha hecho un trabajo realmente bueno».
Lo que retrasó tanto a Mercedes
Un obstáculo clave en los últimos años ha sido el llamado fenómeno de rebote, que afectó especialmente a Mercedes en 2022. Russell recuerda que se tardó unos 18 meses en solucionar este problema. Solo entonces se descubrieron otras debilidades estructurales en el coche.
«Nos dimos cuenta de que teníamos un pequeño problema con la suspensión. Cambiamos la suspensión. Eso causó un problema de equilibrio», explica Russell y añade: «Estas cosas simplemente necesitan su tiempo. Cuando algo hace clic y funciona, a veces no sabes exactamente por qué».
Sin embargo, Russell se muestra optimista de cara a 2025. Destaca que Mercedes ha desarrollado un enfoque mucho más previsor.
«En los últimos años, nos hemos centrado tanto en resolver un problema que no hemos pensado en las nuevas dificultades que podrían surgir», admite. «Es como si resolvieras una cosa y luego creas un nuevo problema. Así que hemos actuado con mucha más previsión que antes».
«Si se modifican las características del coche, cómo se conduce y cómo nos sentimos al volante, si se refuerza el eje delantero, se perjudica la parte trasera. Así que creo que tenemos que actuar con mucha más previsión».