Leo Beenhakker falleció el jueves a la edad de 82 años. Beenhakker celebró numerosos éxitos y recibió numerosos premios a lo largo de su dilatada carrera como entrenador.
Leo Beenhakker, que nunca llegó a jugar en una categoría superior como futbolista en activo, comenzó su carrera como entrenador en 1968, a la edad de 26 años, cuando se hizo cargo del SC Veendam, equipo de segunda división. Esto le convirtió en el entrenador jefe más joven del fútbol profesional holandés.
A lo largo de su dilatada carrera, entrenó a varios clubes en los Países Bajos y en ligas extranjeras. En su país natal, Beenhakker fue uno de los pocos entrenadores que se proclamó campeón tanto con el Ajax de Ámsterdam (1980, 1990) como con el Feyenoord de Róterdam (1999). Sin embargo, su mejor época como entrenador de clubes la pasó en el Real Madrid, al que llevó a ganar la liga tres veces seguidas entre 1987 y 1989. Por eso en la capital española le llamaban «Don Leo».
Los blancos también publicaron un comunicado por la noche. «El Real Madrid quiere expresar su pésame y su solidaridad a su familia, a sus clubes y a todos sus allegados», decía el club del récord de victorias en la Liga de Campeones.
Legendario partido de octavos de final contra Alemania: homenaje en Polonia
Como seleccionador de los Países Bajos, por el contrario, no tuvo tanta suerte. En 1986, la selección holandesa, bajo su dirección, se quedó fuera del Mundial de México de 1986, y tras las derrotas decisivas en los play-offs contra la vecina Bélgica (1-1; 1-2), fue destituido de su cargo. En 1990 volvió como seleccionador nacional, pero en el Mundial de Italia de 1990 los Países Bajos no pudieron pasar de los legendarios octavos de final contra Alemania (1-2).
Tuvo más éxito en el extranjero. En 2006 llevó a Trinidad y Tobago a su primer Mundial, pero en Alemania no pudieron pasar de la fase de grupos. Dos años más tarde, Polonia logró clasificarse por primera vez para un Campeonato de Europa bajo su dirección. Por ello, se le concedió una de las más altas condecoraciones polacas.
Beenhakker no solo era conocido por ser un entrenador excepcional, sino también por su humor sutil y su firmeza de opinión. Siempre se involucraba en temas políticos, sociales y culturales y tomaba una posición clara al respecto.
