La selección alemana está preocupada por el capitán Joshua Kimmich de cara al último partido de la Nations League en Hungría. Tuvo que ser sustituido por una lesión durante la aplastante victoria contra Bosnia-Herzegovina, pero luego dio el visto bueno él mismo
Un contundente 7:0 fue el resultado del sábado por la noche en Friburgo. El estadio Europa Park, con sus 28.143 localidades agotadas, fue testigo de una brillante velada futbolística de la selección alemana. Su rival, Bosnia-Herzegovina, se vio superada sin remedio.
Sin embargo, hubo un punto negativo desde el punto de vista alemán. En el minuto 71, el capitán Joshua Kimmich, que sobre todo ayudaba en ataque debido a la infrautilización defensiva, se desplomó en el área contraria. El lateral derecho rodó por el césped con la cara contorsionada.
El médico del equipo, Dr. Jochen Hahne, y el fisioterapeuta Bernd Schosser acudieron de inmediato y, tras examinar brevemente a Kimmich, indicaron de inmediato un cambio. El seleccionador Julian Nagelsmann reaccionó y dio entrada al central del Fráncfort Robin Koch por el lesionado Kimmich
«Si no hubiera sido 6:0, no habría salido »
Después, Nagelsmann dijo en el micrófono de RTL que no había habido «ningún herido». Sólo para luego matizar: «Josh está un poco golpeado con la cápsula, esperemos que no sea nada dramático». Pero Nagelsmann es optimista, por eso añadió: «Según el médico, tuvo un poco de suerte, gracias a Dios».
Queda por ver si Kimmich estará lo suficientemente en forma para el fin de año con la selección el próximo martes cuando viajen a Budapest en Hungría. Sin embargo, el propio Kimmich explicó: «Fue una medida de precaución. Si no hubiera sido 6-0, no me habría quedado fuera. Quiero volver a jugar en Hungría».
En cualquier caso, Kimmich alcanzó tres hitos de la DFB con su aparición en Friburgo: entre otras cosas, el ganador de la Copa Confederaciones 2017 superó a las leyendas Sepp Maier y Karl-Heinz Rummenigge (95 cada uno) con su 96º partido internacional absoluto e igualó a Berti Vogts.
El Bayern también estará muy pendiente del estado del jugador de 29 años y de las medidas que tome la DFB. Tras el parón internacional, el equipo muniqués jugará contra el Augsburgo (22 de noviembre), el París (26 de noviembre) en la Premier League y el clásico de la Bundesliga en Dortmund (30 de noviembre).