Pocos nombres son más sinónimos del AC Milan que Paolo Maldini. El técnico de 55 años fue despedido en verano, pero ahora ha roto su silencio y ha criticado duramente a los dirigentes del club milanés, especialmente a uno de ellos
Maldini ha jugado en los lombardos desde su juventud y fue profesional de 1985 a 2009, ganando casi todo lo que se podía ganar con el club – incluyendo la Copa de Campeones de Europa y la Liga de Campeones en cinco ocasiones. Fue capitán durante doce años y Director Técnico de 2019 a 2023.
En este papel, contribuyó significativamente a que el Milan se proclamara campeón en 2021/22 y también a que volviera a jugar un papel más importante a nivel internacional. Sin embargo, nada de esto le ayudó, ya que hubo numerosos desacuerdos entre la dirección del club y Maldini después de que el inversor estadounidense Gerry Cardinale se uniera al club en 2022, lo que finalmente llevó al despido del antiguo defensa de clase mundial.
Maldini se escondió entonces durante meses, pero ahora ha roto su silencio. «No quise actuar por impulso, esperé a que las cosas se calmaran un poco», declaró Maldini en una entrevista a «La Repubblica», en la que también habló de la difícil relación con Cardinale, que no tenía ningún contacto con el fútbol europeo de élite antes de fichar por el Milan. Según el reportaje, en el Milan intentaron aplicar el modelo estadounidense: se priorizaron los objetivos financieros sobre los deportivos.
«Cardinale quería ganar la Liga de Campeones», reveló Maldini sobre los elevados planes del inversor, añadiendo que había elaborado un plan trienal para lograrlo. Esto nunca se llevó a cabo, ya que Maldini y el director deportivo Frederic Massara habían sido despedidos con anterioridad. El director general del Milan, Giorgio Furlani (44), habría sido el principal responsable. «Hizo correr la voz de que Massara y yo no compartíamos los objetivos económicos y estratégicos del club», declaró Maldini, subrayando: «Eso es mentira». «
Él tampoco había actuado nunca por su cuenta, sobre todo teniendo en cuenta que, de todos modos, él personalmente no tenía autoridad para fichar. «Cada jugador que traíamos era acordado con la dirección y los propietarios del club. En mi época vinieron entre 35 y 40 jugadores, y yo no fiché a ninguno. Incluso rechazaron muchas de nuestras propuestas. Siempre me decían: ‘No sabemos nada de fútbol, pero…'». Maldini quiso subrayar que todos los fichajes los elegían él y su equipo y que no le convencían de nada. «Nunca me obligaron a nada, en cuyo caso me habría ido al día siguiente».
Maldini también criticó al presidente del Milan, Paolo Scaroni, que parece tener poco interés en el club. «Nunca me preguntó por los jugadores y nunca sentí su apoyo. Al contrario: a menudo le veía abandonar el estadio cuando el rival empataba o se ponía por delante. Quién sabe, ¿quizá quería evitar un atasco? Pero recuerdo perfectamente que estaba en primera fila cuando nos proclamamos campeones. Puedo decir que ocurrió lo mismo con Ivan Gazidis (ex directivo, nota del editor) y Furlani. «
Personalmente en paz consigo mismo
Maldini mira con buenos ojos sus logros personales. En la temporada 2022/23, «superamos claramente nuestros objetivos deportivos y financieros. Esperábamos quedar eliminados en la fase de grupos de la Liga de Campeones y jugar la Europa League en primavera.» Como es bien sabido, el Milan alcanzó las semifinales de la máxima categoría, donde fue derrotado por su rival de ciudad, el Inter (0:2, 0:1). En cuanto al personal, jugadores como Rafael Leao, Theo Hernández y Sandro Tonali llegaron a San Siro bajo sus auspicios.
Maldini se siente reivindicado sobre todo por Tonali. «Nadie en el club lo quería, y luego lo vendimos por cinco veces más de lo que pagamos». Según Maldini, sin embargo, no sabía nada de la adicción al juego de Tonali, que llevó al centrocampista a verse envuelto en un escándalo de apuestas y a una sanción de varios meses como consecuencia. «Me sorprendió, lo siento mucho por él»
