Max Verstappen y el jefe del equipo Christian Horner opinan sobre los tres principales problemas de Red Bull en el Gran Premio de Bahréin y explican las causas
Max Verstappen admite que su equipo Red Bull de Fórmula 1 tenía «bastantes problemas» que resolver tras la frustrante carrera de Baréin. Sin embargo, el campeón del mundo confía en que han encontrado las soluciones.
El jefe del equipo Red Bull, Christian Horner, admite que han tenido que resolver tres problemas importantes no relacionados entre sí, lo que ha hecho que el equipo tenga «unos días muy ocupados» para conseguir que el coche sea fiable para Arabia Saudí. El pasado fin de semana en Bahrein, el equipo tuvo dificultades con el sistema de combustible, la refrigeración de los frenos y la suspensión delantera.
Al principio de la carrera, Verstappen, así como su compañero de equipo Sergio Pérez, recibieron instrucciones para enfriar sus frenos antes de retirarse poco antes del final con un fallo en el sistema de combustible. Además, Verstappen sufrió un problema de dirección inmediatamente después de su tercera y última parada en boxes, que se desencadenó al bajar el coche del gato durante un cambio de neumáticos.
Verstappen: Mejor problemas de fiabilidad que un coche lento
Cuando se le pregunta por los problemas, Verstappen se muestra optimista ya que son «sólo pequeñas cosas» que hay que arreglar. Para él, el aspecto positivo pesa más que el hecho de que el coche sea bastante rápido. «Los problemas que tuvimos son más fáciles de resolver que tener un coche que no es competitivo», dijo el holandés.
Los problemas de frenado de Red Bull afloraron durante el fin de semana en Bahréin, especialmente en las fases en las que los pilotos circulaban con tráfico. Antes de la carrera, el equipo había cambiado los frenos traseros de ambos coches como medida preventiva, pero fueron los frenos delanteros los que dieron problemas en la carrera.
«Durante las pruebas, los frenos ya se calentaban, así que hicimos cambios. Pensamos que sería suficiente para la carrera, pero cuando estás luchando y cerca de otro coche, por supuesto que se calientan. Por eso tuve que levantar el pie del acelerador tan a menudo», explicó Verstappen.
Problemas de frenos sólo en aire turbulento
Admite que tuvo que retroceder tras su tercer ataque a Charles Leclerc porque los frenos estaban «literalmente en llamas». «No habría servido de nada seguir intentándolo porque ya no tenía frenos. Esperemos que podamos solucionarlo este fin de semana porque cuesta tiempo por vuelta», añadió el campeón del mundo.
Horner confirma que los frenos sufren sobre todo cuando se circula con tráfico, «pero es difícil seguir a un coche de delante durante 20 vueltas seguidas en las pruebas de invierno». Además, el RB18 no tuvo ninguna dificultad con la temperatura de los frenos al conducir libremente.
«Al conducir con el aire arremolinado, la temperatura en el disco de freno delantero aumentó exponencialmente, por lo que tuvimos que pedir a ambos pilotos que gestionaran los frenos», explicó el jefe del equipo Red Bull.
El vacío en el depósito provocó fallos
Para Verstappen, el problema con la dirección se agravó tras la tercera parada en boxes. «Definitivamente no fue cómodo conducir, especialmente con Carlos [Sainz] detrás de mí en la reanudación. No estaba seguro de cómo se comportaría el coche con el equilibrio», dijo.
Según Horner, la causa del problema de la dirección era un «componente interno de la suspensión» que no tenía nada que ver con la dirección real, sino que la «contaminaba». Además, este problema aumentó cuando el coche se bajó en el pit lane.
El tercer problema del equipo Red Bull fue el sistema de combustible, que finalmente obligó a los dos coches a retirarse. Creó un vacío al bajar la cantidad de combustible, lo que fue causado por «una tormenta perfecta» de temperatura y presión en el tanque.
Problema de suministro de combustible «totalmente inesperado»
Según Horner, uno de los motivos podría ser el nuevo combustible E10, que es «más volátil». «Creo que se ha creado un vacío en el depósito. Puede entrar aire en el sistema y que la bomba no sea capaz de tomar el combustible que necesita», explica.
Después de la carrera de Bahrein, dice, hicieron muchas pruebas de I+D sobre esto, que Red Bull cree que reproduce el problema y lo resuelve. Según Horner, no hubo ninguna advertencia durante las pruebas y el fin de semana de la carrera.
«Hemos corrido con mucho combustible, poco combustible, combustible medio y hemos dado muchas vueltas en las pruebas. Así que fue muy extraño porque fue completamente imprevisto. Ahora hemos puesto en marcha algunas cosas que esperamos que ayuden a erradicar el problema», dice Horner.