El Atlético de Madrid ha tomado la delantera en la lucha por el título de liga: los rojiblancos ganaron sin problemas su partido fuera de casa en Valencia. Dos momentos geniales de Griezmann fueron suficientes. Correa puso el punto final.
En la jornada 24 de La Liga se había producido una inesperada agitación en la cima, después del discutido error del Real (1-1 en Osasuna), el Atlético también perdió puntos inesperadamente en inferioridad numérica. El Barcelona era el tercer clasificado el lunes y saltó a la cima.
El sábado por la tarde, los rojiblancos querían volver a la senda del éxito urgentemente y tenían un obstáculo mucho menos difícil de lo que solía ser. El Valencia, antaño temido en Mestalla, era antepenúltimo en la clasificación de locales y no había ganado todavía en casa. Una circunstancia que no iba a cambiar.
Tras diez minutos tranquilos, el Atlético tomó el control del partido y mostró una alegría inusual. Griezmann, en particular, tuvo momentos geniales una y otra vez. Dos de ellos condujeron a dos goles antes del descanso: en el minuto 12, el francés levantó el balón para Samuel Lino, cuyo disparo al larguero fue rematado por Álvarez para poner el equipo por delante. Al cabo de media hora, el argentino cabeceó un centro de Griezmann que superó a Mamardashvili (30′).
Tras la primera parte, el marcador podría haber sido de 3-0, pero Álvarez desperdició una tripleta que parecía segura tras un pase en retroceso demasiado corto de Mosquera (45’+2).
El Atlético pasa al modo de gestión
Tras el descanso, los visitantes bajaron varios cambios de marcha y pasaron al modo de gestión. El Valencia presionó brevemente, pero el cabezazo de Hugo Duro se fue ligeramente desviado a la derecha (50′). A partir de la hora de juego, el Atlético jugó con autoridad, y la mejor ocasión del Valencia la tuvo Almeida con un potente disparo lejano que se fue a escasos centímetros a la izquierda (73′). Un contragolpe culminado con frialdad por Correa selló finalmente el 3-0 definitivo (86′).
El Atlético se llenó de confianza el sábado para afrontar las próximas y difíciles tareas: a la semifinal de la Copa del Rey en Barcelona el martes le sigue el partido de Liga en casa contra el Bilbao, así como el partido de ida de octavos de final de la Liga de Campeones contra el Real Madrid, el rival de la ciudad, el 4 de marzo.