Tras una memorable tanda de penaltis, el Servette de Ginebra se ha proclamado campeón de la Copa de Suiza. El equipo del entrenador René Weiler se benefició en última instancia del fallo de un profesional alemán
27.710 espectadores, entre ellos Lara Gut-Behrami, una de las estrellas del equipo suizo de esquí alpino, acudieron al estadio Wankdorf de Berna para presenciar la final de la Copa 2024, que no se llenó por completo. En el duelo: el tercero de la liga, el Servette de Ginebra, de la Suiza francófona, y el subcampeón, el FC Lugano, de la Suiza italiana. Iban a vivir un final dramático tras un comienzo lento. Pero lo primero es lo primero.
Animado por una afición enfervorizada, el Servette llegaba a esta cita tras 23 años de ausencia. No hay mucho más que decir sobre los primeros 90 minutos. En los últimos compases del tiempo reglamentario, el Lugano reclamó en vano un penal después de que el ginebrino Keigo Tsunemoto tocase el balón con la mano. Sin embargo, el VAR no invalidó al árbitro Alessandro Dudic, que había permitido que la jugada continuara
El ex del Núremberg Weiler cambia de portero y gana
En la prórroga, el entrenador del Servette, René Weiler, conocido en Alemania por su etapa en el Núremberg, recurrió a última hora a un truco táctico: en el minuto 119, dio entrada al portero suplente Joel Mall, guardameta del Darmstadt 98 en 2017/18, por su portero titular Jeremy Frick. Se dice que Mall es el mejor lanzador de penaltis, pero primero tuvo que detener un peligroso disparo del argentino Ignacio Aliseda que acabó con la final tras la prórroga.
En la lotería, el Lugano dispuso entonces de nada menos que tres ocasiones para sentenciar el choque. Tres veces tuvo en sus manos el trofeo. Pero el conjunto tesinés falló cada vez. Primero Jonathan Sabbatini, luego el ex jugador del Wolfsburgo Renato Steffen, después Albian Hajdari. Dos de los disparos fueron atajados por Mall, que hizo honor a su reputación, y también marcó él mismo. Y así llegó lo que tenía que llegar: Lars Lukas Mai no marcó en el 24º lanzamiento de este thriller de penaltis. El ex jugador del Werder, surgido de la cantera del Bayern, había hundido el primer intento del FC Lugano. Cuando volvió a entrar en juego, el centrocampista de 33 años ganó el duelo y se convirtió en el héroe de este partido final
Octava victoria en la Copa para el Servette – Lugano en la fase de clasificación para la CL
El Servette celebró entonces su octava victoria en la Copa en la historia del club, la primera tras 23 años de espera, entre los frenéticos vítores de los aficionados que habían viajado con ellos. El Lugano, por su parte, se entristeció profundamente tras perder otra final de Copa contra el YB el año pasado (2-3). Un consuelo no pequeño: los subcampeones pueden jugar la fase previa de la Liga de Campeones. Sin embargo, como su propio estadio está siendo remodelado, los aficionados tendrán que viajar a Thun, en el Oberland bernés, para ver a su equipo
