El hechizo se rompió en el partido 44. Kilian Fischer pudo celebrar un bonito gol, pero en general la alegría del jugador de 24 años fue limitada dado el resultado.
A pesar de la frustración por no haber remontado el partido contra el RB Leipzig a pesar de ir perdiendo 0-3, Kilian Fischer también tuvo un momento para disfrutar. En las catacumbas del Volkswagen Arena, tras el pitido final, volvió a ver su gol del 1-3 en una de las pantallas, el primer tanto del joven de 24 años en su 44.º partido de la Bundesliga.
Y además con la zurda, su segundo pie más fuerte. «Lo he practicado mucho en las últimas semanas. Todo el mundo sabe un poco que soy diestro. Por lo general, uno va más bien por la línea».
La práctica hace al maestro
Por eso Fischer practicó el giro hacia la izquierda, similar al de Arjen Robben. «Me da más variedad si tengo la opción de cortar hacia adentro». Ha ensayado mucho el movimiento y el disparo en ángulo largo en los entrenamientos.
«No hace falta mucho. Basta con un portero, a veces incluso no hace falta ninguno. Quizá un segundo entrenador». La mayoría de las veces es Rainer Widmayer quien le pone unos conos. «Diez, 15 remates después de las sesiones, ya desde hace varias semanas», repasa Fischer. Por primera vez con éxito en la Bundesliga.
Con el gol que marcó en el minuto 57, Fischer dio el pistoletazo de salida a la remontada del Wolfsburgo. Andreas Skov Olsen, otro debutante en el equipo, marcó el 2-3, pero ahí se acabó todo y la frustración por la nueva derrota y por un debut sin puntos fue enorme.
«Lo perdido, perdido está», afirma Fischer, «por otro lado, de esta segunda parte podemos sacar un poco de esperanza, porque hubo muchas cosas buenas. También espero que se haya roto un poco el nudo, también en lo que respecta a marcar goles».
«En las últimas semanas no es lo que queremos»
Quizá, después de unas semanas difíciles y cinco partidos sin ganar, los de Wolfsburgo consigan dar la vuelta a la situación, espera Fischer. «Creo que sobre todo en la segunda parte hemos jugado con mucha más flexibilidad, nos hemos atrevido más, hemos estado mucho más presentes en el área».
Por otro lado, está claro que volvemos a estar en una situación difícil con una derrota en casa, la sexta ya en esta temporada, solo los cuatro equipos de la parte baja de la tabla, St. Pauli, Bochum, Kiel y Heidenheim, han tenido un peor rendimiento en su propio campo hasta la fecha.
Esta vez contra el Leipzig, el rápido 0-2 en contra tras nuestros propios errores en la construcción no ayudó precisamente a empezar bien el partido. «El comienzo fue realmente malo por nuestra parte», reconoce el lateral derecho, «cometimos demasiados errores. Pero es increíble: siempre nos castigan enseguida. Esta vez fueron tres disparos de 20, 25 metros que entraron perfectamente en la esquina».
La calidad de Leipzig y la falta de suerte
Por supuesto, también fue una cualidad de los de Leipzig acertar de esta manera. «A cambio, nosotros acertamos en un poste y en un larguero. A veces son las pequeñas cosas las que deciden la victoria y la derrota. Actualmente, siempre nos salen mal, pero la suerte también se puede trabajar».
Sin embargo, probablemente será muy difícil alcanzar el objetivo real, que es la clasificación para la Copa de Europa. Fischer, que debuta como goleador, es realista: «Si nos fijamos sobre todo en las últimas semanas, no es lo que queremos, ni por los resultados ni por la mayoría de las veces por la forma. Tenemos que ser duros. Pero terminemos la temporada como es debido. Entonces podremos hablar de lo que estuvo bien y lo que estuvo mal.
Quedan cinco partidos. No sirve de nada que nos desunamos a cinco jornadas del final. Aunque al final probablemente volvamos a no alcanzar nuestros objetivos, el hecho de quedar duodécimos u octavos ya tiene su importancia.
