El joven tenista español Carlos Alcaraz luchará contra el noruego Casper Ruud por el título y el número uno del mundo en la final del US Open de Nueva York. Alcaraz, de 19 años, ganó su emocionante partido de semifinales contra el favorito del público estadounidense, Frances Tiafoe, por 6-7 (6-8), 6-3, 6-1, 6-7 (5-7) y 6-3. Antes, Ruud, de 23 años, había conseguido su billete para la final al vencer al ruso Karen Khachanov por 7-6 (7-5), 6-2, 5-7 y 6-2.
El ganador de la final del domingo (22.00 CEST/Eurosport) no sólo conseguirá su primer título de Grand Slam, sino que también sustituirá al destronado campeón defensor, el ruso Daniil Medvedev, como número uno del mundo.
El finalista más joven desde 1990
Alcaraz es el finalista más joven del US Open desde 1990, cuando el estadounidense Pete Sampras levantó el trofeo con 19 años y 28 días. El español no se vio afectado por el maratón de 5:15 horas de duración de dos días antes en los cuartos de final contra el italiano Jannik Sinner, sino todo lo contrario: tras perder por poco el primer set, Alcaraz subió la temperatura y se metió merecidamente en su primera final de Grand Slam.
«Estamos en las semifinales de un Grand Slam, tenemos que darlo todo, no importa si son cuatro o cinco horas», explicó Alcaraz sobre sus enormes reservas de energía. Tiafoe luchaba contra las lágrimas. «Siento que he defraudado a todo el mundo», dijo el jugador de 24 años ante el micrófono del estadio, «voy a volver y a ganar esto». Lo siento chicos»
Tiafoe, que también fue vitoreado por la ex primera dama Michelle Obama en el estadio Arthur Ashe, experimentó un inexplicable descenso de rendimiento entre medias. Los estadounidenses aún tienen que esperar su primer título de Grand Slam masculino desde 2003 (Andy Roddick). Tiafoe al menos pudo consolarse con un récord en el US Open: fue el primer profesional de la historia en terminar el torneo con un récord de tie-break impecable de 8:0.
Ruud primer noruego en llegar a la final
«Estoy muy contento», dijo Ruud tras alcanzar su segunda final en un torneo de Grand Slam. «Los dos estábamos un poco nerviosos al principio, por suerte gané el primer set». Y cómo: En el punto de set, el hijo del ex octavofinalista del Abierto de Australia, Christian Ruud, mostró nervios de acero y clase en el rally de 55 golpes. «En el segundo y el cuarto», dijo, «jugué fenomenal».
Ya el sábado, la polaca Iga Swiatek, número uno del mundo, y la tunecina Ons Jabeur, finalista de Wimbledon, se disputarán el título en la final femenina. «Será un gran partido», predijo Swiatek.
