Un día después de la agresión al árbitro por parte del presidente del Ankaragücu, Turquía sigue conmocionada por la violencia. El agresor ya ha sacado sus primeras conclusiones y ha dimitido de su cargo
«Pido disculpas a la comunidad arbitral turca, al público deportista y a nuestra nación», declaró el ex presidente del club turco de primera división en un comunicado de prensa del club.
La noche anterior, tras el pitido final del partido entre el MKE Ankaragücü y el Rizespor, en el que los locales habían encajado un gol del empate poco antes del final (1-1), Faruk Koca había noqueado al árbitro Halil Umut Meler en el campo con un puñetazo en la cara. El árbitro, visiblemente aturdido, fue sostenido de pie por varias personas y posteriormente trasladado al hospital.
«Me gustaría pedir disculpas a todos los que he molestado «
La asociación turca anunció duras consecuencias y suspendió la liga por el momento: «En coordinación con nuestro Estado, se iniciaron todos los procedimientos penales contra los responsables e instigadores de este ataque inhumano. (…) Por decisión de la junta de la Federación Turca de Fútbol, los partidos de todas las ligas han sido aplazados indefinidamente», declaró la TFF.
Un día después de su ofensa, el agresor también se pronunció y calificó su ataque de «vergonzoso»: «Cualquier actitud que ensombrezca el juego limpio, incluida la mía, no debería estar presente en estadios ni pabellones. Me gustaría aprovechar esta oportunidad para pedir disculpas una vez más a todos los que he molestado, especialmente a los aficionados del Ankaragücü», declaró Koca, que anunció que había dimitido de la presidencia del club de primera división.
«Sanciones más estrictas» anunciadas para Koca y el club
«No importa lo grande que sea la injusticia o las secuelas, nada puede justificar ni explicar la violencia que cometí», prosiguió el jugador de 59 años. Sin embargo, también aprovechó el anuncio para llamar la atención sobre los supuestos abusos en la asociación turca: «Espero que los problemas estructurales del fútbol turco se debatan de forma más realista a raíz de este grave incidente causado por mí», declaró Koca.
El ex presidente se encuentra actualmente en prisión preventiva, pero su dimisión no le librará ni a él ni al club de mayores consecuencias: La asociación ya ha anunciado «las sanciones más estrictas».