El jefe del grupo Renault, Luca de Meo, ha echado una bronca al equipo Alpine, confirmando supuestamente a Bruno Famin como jefe permanente del equipo
El jefe del grupo Renault, Luca de Meo, es responsable de más de 100.000 empleados. El proyecto Alpine de Fórmula 1 es sólo una pequeña parte de su agenda. En consecuencia, tiene peso cuando de Meo decide dirigirse a la plantilla en persona y no dejarlo en manos de la dirección en torno a Bruno Famin.
El miércoles, de Meo reunió a toda la plantilla en Enstone (Inglaterra) para pronunciar un discurso. La fábrica de motores de Viry-Chatillon (Francia) se conectó por videoconferencia, al igual que los empleados que tenían el miércoles libre. Incluso los dos pilotos, Pierre Gasly y Esteban Ocon, tuvieron que acudir en persona.
El diario deportivo francés L’Equipe también se enteró de la presencia de De Meo en Enstone, y describió su discurso de 40 minutos como una «descarga eléctrica». En un artículo sobre el discurso del Director General, se describe como «el fin de la despreocupación», una «reprimenda para un adolescente impetuoso».
Supuestamente, de Meo también creó hechos. Bruno Famin, nombrado inicialmente jefe del equipo de forma interina tras la destitución de Otmar Szafnauer en julio, permanecerá en su puesto de forma permanente. Se acaban así los rumores de que el antiguo jefe de equipo de Ferrari, Mattia Binotto, podría ocupar pronto el puesto de Famin.
Al menos, si la noticia de L’Equipe es cierta. Y es que difiere del portavoz oficial de Alpine. Famin sigue siendo vicepresidente de Alpine Motorsport y jefe de equipo de forma interina, dicen. De Meo, sin embargo, ha expresado su confianza en él y ha dejado claro que Famin es el jefe. No parece que estén buscando un sucesor.
De Meo reunió al personal en el llamado «race bay», es decir, las naves donde se desmontan y vuelven a montar los coches antes de las carreras. De Meo «reiteró su apoyo y el del grupo al proyecto de Fórmula Uno y ofreció una actualización de la hoja de ruta del equipo de cara al futuro»,
Personas que presenciaron el discurso en directo describen las palabras de de Meo como firmes y en ocasiones cortantes, y sobre todo emotivas. Se dice que el Consejero Delegado dejó claro que los que ahora están tirando del carro y sacando al equipo adelante de nuevo no tienen motivos para preocuparse. Pero los que se queden estancados en los viejos patrones no tendrán futuro.
Al hacerlo, de Meo también dejó inequívocamente claro que no toleraría más la calidad de la comunicación entre Enstone (chasis) y Viry (motor), que hasta ahora ha sido bastante deficiente. El hecho de que ingleses y franceses se sienten en mesas separadas en el circuito o que a veces incluso se reserven hoteles diferentes es inaceptable, dijo.
De Meo exige que se suprima el pensamiento de que aquí está Enstone y allí Viry. Son un solo equipo. No es de extrañar, ya que recientemente se ha sabido que la unidad de potencia Renault es la peor de la Fórmula 1. Al parecer, esto ha provocado recriminaciones mutuas entre ingleses y franceses entre bastidores del equipo.
Se dice que De Meo ha exigido que esta cooperación se presente ahora también al mundo exterior. Criticó indirectamente la famosa entrevista «amateur» del director general de Alpine, Laurent Rossi, en el Gran Premio de Miami. A partir de ahora, las críticas deben discutirse internamente, pero no llevarse al mundo exterior.
