¿Cuanto más talento, mejor? No necesariamente. En el panorama de la FIFA, el enorme número de aspirantes a jugadores con sueños profesionales crea un dilema, con peligro para el propio talento.
Cuando 2262 europeos se apresuran a participar en un torneo de clasificación, son demasiados. Esta es una queja no sólo de muchos profesionales, sino también del seleccionador nacional suizo Thomas ‘Janthana’ Temperli.
«EA debería reducir el número de participantes. […] Los que no pertenecen a la cima absoluta no tienen cabida en la clasificación», dice Temperli. Acoge con satisfacción el endurecimiento de las condiciones de clasificación para FIFA 22.
En lugar de que los boletos de clasificación se otorguen por un buen resultado en la Liga de Fin de Semana, esta temporada se debe superar un umbral de puntos establecido en la División Rivales. Anteriormente, muchos jugadores se habían asegurado su puesto más por su diligencia que por su habilidad.
Esto también se refleja en las cifras: en FIFA 19, alrededor de 300 ambiciosos jugadores participaron en las eliminatorias de la UE. En FIFA 20, la cifra se elevó a más de 1.300, y en FIFA 21 incluso se disparó a 2.262 en un torneo.
Los cambios han aliviado un poco la situación. Sin embargo, en la clasificación de principios de febrero, más de 600 jugadores compitieron en Europa. Según Temperli, el límite sigue siendo demasiado bajo, pero «es la idea correcta para clasificar a más jugadores antes de las eliminatorias».
Esperando por nada
El seleccionador de la FIFA ve dos problemas en la baja exigencia de la clasificación: «Significa que los partidos de clasificación están abarrotados de jugadores y duran bastantes horas». Y, «con tantos jugadores, se pierde la pista».
Los jugadores de la FIFA llevan años quejándose de que las eliminatorias duran una hora. Con su segundo punto, Temperli se refiere al desarrollo de la escena en los medios de comunicación. Porque cuando hay innumerables caras nuevas en los torneos y cada vez gana un profesional diferente, a EA le resulta difícil centrarse en talentos y estrellas individuales.
Probablemente sea una de las razones por las que el desarrollador siempre recurre a los mismos nombres destacados, como Donovan «Tekkz» Hunt. Sin embargo, a menudo estos jugadores son descartados al principio y, de repente, aparece en la final un jugador del que el espectador nunca ha oído hablar y que, por tanto, carece de interés, por lo que las cifras de audiencia son bajas.
Falsas esperanzas
Como prueba del bajo nivel de exigencia, Temperli saca a relucir sus propias calificaciones: «Sinceramente, no me veo como un jugador de primera». Sin embargo, los jugadores diligentes aún lo conseguían a base de esfuerzo, para ser expulsados después de unas cuantas rondas.
El éxito de la calificación también conlleva peligros. Porque los que juegan al más alto nivel, en las Series Mundiales, sueñan rápidamente con una carrera profesional. Sin embargo, la mayoría de las veces no se consigue nada, después de todo, otros miles de jugadores piensan lo mismo y el dinero en la escena es limitado.
A la pregunta de si merece la pena hacer carrera en el eFootball, Temperli también afirma: «No aconsejaría a nadie que intentara convertirse en un jugador de eFootball. No porque no crea que tenga potencial, sino porque no creo que la mayoría de los jugadores sean conscientes de todo lo que implica».
No basta con jugar bien, dijo. Los profesionales de hoy en día también tienen que construir sus propias marcas transmitiendo y manteniendo su presencia en las redes sociales. Todo esto lleva su tiempo. Los que no tienen tiempo para seguir su pasión no deben hacerse demasiadas ilusiones. Al fin y al cabo, sólo los torneos de clasificación cuestan innumerables horas.
