Muchos pilotos de Fórmula 1 sueñan con ganar su carrera de casa, pero para algunos se convierte en una pesadilla: famosos ejemplos de pilotos líderes que se estrellan
Atontado es probablemente una de las emociones que experimenta un piloto de Fórmula 1 cuando acaba de retirarse siendo líder. Y si esto ha sucedido en su carrera de casa, entonces es el «castigo definitivo»: difícilmente podría ser peor en la Fórmula 1, y sin embargo ha sucedido una y otra vez.
Uno de estos pilotos es Rubens Barrichello. El brasileño llegó a la Fórmula 1 en 1993 y quería emular a su compatriota Ayrton Senna, tres veces campeón del mundo. Pero no fue hasta 2000 cuando Barrichello ganó su primer Gran Premio: las imágenes de sus lágrimas en el podio del circuito de Hockenheim dieron la vuelta al mundo.
Unos meses antes, Barrichello había derramado (presumiblemente) lágrimas de un tipo completamente distinto: En su carrera de casa, en Sao Paulo (Brasil), había completado vueltas de líder y, por primera vez en su carrera, podía soñar con una victoria en casa. Poco después, sin embargo, el Ferrari F1-2000 sufrió un fallo técnico y Barrichello se retiró.
Especialmente amargo: Barrichello vivió algo similar en 2002 y 2003. De nuevo se hizo con la primera posición en la carrera, de nuevo se retiró. Una vez el sistema hidráulico de su Ferrari se volvió loco, la otra vez hubo un fallo en el sistema de gasolina. El resultado fue siempre el mismo: La tan esperada victoria de Barrichello se escapó ante los aficionados brasileños en el Autódromo Carlos Pace.
En 2009, Barrichello tuvo una nueva oportunidad: como piloto Brawn, se rebeló una vez más en el sprint final de la temporada de carreras y quiso dar nuevas esperanzas a sus ambiciones de título con una victoria en casa, en Brasil. Lo consiguió: Barrichello se hizo con la pole position y dominó la carrera tras la salida. Sin embargo, perdió la primera posición en la primera parada en boxes, y un fallo en los neumáticos le relegó muy atrás.
Así pues, Barrichello no pudo hacer realidad su sueño de ganar la carrera de Fórmula 1 en casa. Comparte este destino con otros pilotos de Fórmula 1.
Sin embargo, también ha habido pilotos de Fórmula 1 que han seguido a su fiasco en la carrera de casa con un triunfo, algunos incluso varias veces.
Y un ejemplo muy extremo de carreras en casa que transcurren de forma distinta a la prevista es el Gran Premio de Brasil de 2008: Felipe Massa ganó como brasileño ante su público, pero perdió el campeonato a manos de Lewis Hamilton, instantes después de cruzar la línea de meta.