Continúa la oleada de despidos en la industria del videojuego: Sony anunció el martes el despido de 900 empleados de PlayStation, el ocho por ciento de su plantilla mundial. Un centro cierra por completo
Hace apenas seis días, los empleados de la sede de PlayStation en Londres posaron para una foto con el jefe de Sony Interactive, Jim Ryan, y se despidieron en las redes sociales. Pero no de sus puestos de trabajo, sino del CEO, que dejará la empresa en marzo para jubilarse. El 22 de febrero, los empleados probablemente ignoraban que tampoco ellos tenían futuro en el fabricante de consolas.
Los despidos se hicieron públicos ayer, martes, y Ryan hizo una declaración en el sitio web de Sony Interactive, presumiblemente uno de sus últimos actos oficiales. Un total de 900 empleados serán despedidos, lo que corresponde al ocho por ciento de la plantilla mundial. Esto incluye todo el estudio de Londres. Ryan habla de un «día difícil para nuestra empresa» y de una «decisión extremadamente dura».
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La razón aducida es la «rápida evolución» de la industria del videojuego. «Tenemos que prepararnos para el futuro con el fin de equipar a la empresa», afirma Ryan. «Tenemos que cumplir las expectativas de desarrolladores y jugadores e impulsar la tecnología. Por eso estamos dando un paso atrás para asegurarnos de que podemos seguir ofreciendo las mejores experiencias de juego a la comunidad.»
Aunque el estudio de Londres cierra, las Américas, Japón y la región de Asia-Pacífico no son inmunes a los despidos. Hermen Hurst, director de PlayStation Studios, ha confirmado que Insomniac Games, Naughty Dog y Guerilla Games están afectados. Hace quince días, Sony anunció que no alcanzaría su objetivo de ventas de 25 millones de consolas en el año fiscal 2023: la nueva estimación es de 21 millones.
Las 900 reducciones de plantilla son sólo la última consecuencia de una importante oleada de despidos en la industria del videojuego. En Microsoft, competidor de Sony, se anunció a finales de enero la supresión de 1.900 puestos de trabajo en todo el mundo. Unos días antes, Riot Games había anunciado el despido de 530 empleados.
Contrariamente a lo que afirma el Consejero Delegado de Sony Interactive, en muchos casos no se trata de un «blindaje de cara al futuro», sino más bien de «mala gestión»: varias empresas simplemente habían contratado a demasiada gente demasiado deprisa en los últimos años.