425 puntos, 211 rebotes y 144 asistencias, y eso en un solo mes. Números que sólo tres jugadores de baloncesto en la historia de la NBA han logrado hasta la fecha. Ahora Nikola Jokic se ha unido a las filas.
De 16 partidos, los Denver Nuggets consiguieron 11 victorias en el primer mes del año y se sitúan segundos en la División Noroeste. El éxito de los Nuggets está inevitablemente ligado al nombre de Nikola Jokic. El pívot, que fue elegido MVP el año pasado, ha jugado como alguien de otro planeta desde el comienzo del año, brillando con promedios de 26,6 puntos, 13,2 rebotes y 9 asistencias.
Más de 400 puntos, más de 200 rebotes y más de 100 asistencias en un mes natural: sólo las leyendas de la NBA Wilt Chamberlain, Oscar Robertson y, más recientemente, Kareem Abdul-Jabbar, que lo consiguió en marzo de 1976, habían alcanzado antes estas cotas. Ahora Jokic se ha unido a las filas.
Antetokounmpo como modelo de conducta
El propio jugador de 26 años, sin embargo, no se preocupa tanto por las estadísticas individuales, como él mismo subraya en repetidas ocasiones. Más bien se ve a sí mismo como un jugador de equipo, pero también emula a otros jugadores de baloncesto. Como Giannis Antetokounmpo, por ejemplo, que, según Jokic, es «un buen repartidor de asistencias» pero también puede «anotar 30, 40, 50 puntos en cualquier momento». Cuando hace eso, no necesita asistencias, y cuando saca, suele encontrar al hombre libre».
Para el serbio, Antetokounmpo es «un jugador al que hay que admirar», como reveló tras la victoria por 136-100 ante los Bucks: «Le respeto mucho y tengo mucho respeto por lo que hizo. Lo que él logró en Milwaukee, yo quiero lograrlo en Denver».
El «Greek Freak» tiene dos cosas importantes sobre el «Joker»: Antetokounmpo llevó a los Bucks al campeonato el año pasado casi en solitario y además fue elegido con razón MVP de las Finales.