Los Dallas Mavericks pusieron un gran signo de exclamación en su regreso a Texas y se quedaron cortos en la serie ante los Suns. Filadelfia también tiene esperanzas de nuevo. La NBA el sábado por la mañana.
Una victoria por 103-94 es un testimonio de la implacable defensa de Dallas: los Mavericks mantuvieron a los Phoenix Suns, líderes del Oeste, en dobles dígitos en el tercer encuentro y recortaron la ventaja a 1-2 en la serie al mejor de siete. Los dos equipos vuelven a batirse en suelo tejano el domingo.
Jalen Brunson con 28 y Luka Doncic con 26 puntos -la superestrella eslovena se quedó sin el triple-doble a pesar de las cinco faltas sólo por una asistencia (13/9)- fueron los directores de juego del campeón de 2011, Maxi Kleber puso importantes acentos saliendo del banquillo con 14 puntos, tres rebotes, cuatro asistencias y tres tapones.
Paul sigue por debajo de su potencial
Los Suns fueron una historia diferente, con el veterano Chris Paul (ahora con 37 años) aguantando doce puntos y sin poder acertar sus temidos saltos de media distancia como siempre. Incluso antes del descanso, CP3 perdió el balón siete veces. Al final, los invitados olfatearon la remontada y redujeron la desventaja de -18 a -8, pero un tiro de tres puntos de Reggie Bullock puso fin al ajetreo y, al final, condujo a una merecida victoria local.
El hombre de la máscara Embiid consigue un doble-doble
La tensión reina ahora en el Este ya que los Philadelphia 76ers también recortan su serie contra los Miami Heat a 1-2. Filadelfia ganó 99-79 (41-34) en el regreso del máximo anotador de la liga, Joel Embiid. Embiid se había perdido los dos primeros partidos de la serie por una lesión facial y una conmoción cerebral leve. El pívot jugó con una máscara negra y terminó con 18 puntos y once rebotes.
Los 33 puntos de Jimmy Butler no pudieron ayudar a los Heat esta vez, sólo Tyler Herro rozó la decena de puntos (14).