Los Boston Celtics lo han conseguido: son campeones por 18ª vez. En el quinto partido contra los Dallas Mavericks, los Celtics no dejaron nada que desear, ganando 106:88 y ahora son los únicos campeones de la liga de baloncesto más fuerte del mundo
Después de su gran actuación en el cuarto partido, muchos aficionados de Dallas podrían haber albergado la débil esperanza de que los Mavs aún pudieran lograr lo casi imposible y dar la vuelta a la serie final contra Boston después de ir perdiendo por 3-0; una hazaña que ningún equipo ha logrado nunca, 156 lo han intentado, 156 han fracasado.
Pero incluso en Texas, la esperanza muere al último y para mantenerla viva era necesaria otra victoria, contra los Celtics, que pudieron contar de nuevo con Kristaps Porzingis. Al final, el letón no fue un factor real en el partido, a diferencia de Jayson Tatum y Jaylen Brown.
Tatum y Brown llevan a los Celtics
Las dos estrellas cargaron sobre sus hombros a los Celtics en la primera mitad y dieron a Boston una cómoda ventaja al descanso de 21 puntos (67:46). El equipo local mostró una enorme mejoría respecto al partido anterior, su defensa fue sólida y completó repetidamente jugadas exitosas en ataque. Boston estaba ansioso por jugar delante de su vociferante afición
¿Y Dallas? El entrenador Jason Kidd tuvo grandes problemas para meter a sus estrellas en el partido. Tanto Luka Doncic como Kyrie Irving tuvieron muchos problemas -y un porcentaje subterráneo desde el campo: Doncic llevaba 4 de 10 al descanso, Irving incluso 2 de 8. Con un rendimiento tan desastroso de sus dos mejores jugadores, los tejanos no fueron en última instancia más que un sparring para Boston, que claramente tenía la voluntad y la pasión para conseguir el 18º campeonato en la historia de la franquicia.
Gracias a que Boston cometió algunos errores por descuido en el tercer cuarto y a que el jugador del banquillo Josh Green despertó a los Mavs en el otro extremo, el partido volvió a ser medio emocionante entretanto. Dallas redujo la desventaja a 65:82 en este periodo, pero siguió luchando por hacerse con los rebotes y también tomó alguna que otra decisión extraña en ataque. Dos escenas fueron reveladoras: Doncic se permitió un airball después de un triple muy profundo y, poco después, Maxi Kleber no tuvo la confianza para hacer un lay-up después de un rebote exitoso y prefirió pasar fuera.
Tatum se libera de su carga
Los visitantes llevaron una ventaja de 67:82 al último periodo, en el que Boston no dejó nada al azar -a pesar de un Los Celtics ganaron 106:88 y dieron el pistoletazo de salida para el confeti y la fiesta del campeonato. Por cierto, en la victoria tuvo mucho que ver Tatum, últimamente criticado en repetidas ocasiones y al que se le había acusado una y otra vez de no ser capaz de ganar un título -había jugado seis finales de conferencia y una final-.
Ahora, el base ha dado por fin con la tecla y se ha liberado de esa enorme carga. «¿Qué van a decir ahora?», preguntó tras la victoria, visiblemente emocionado y luchando por encontrar las palabras adecuadas. Al final fue: «Dios mío, lo hemos conseguido». Por cierto, Tatum fue el máximo anotador del partido con 31 puntos, 11 asistencias y 8 rebotes, mientras que Doncic, que había mejorado, acabó con 28 puntos.
Con su 18º título, los Celtics se convierten en los únicos campeones históricos de la NBA, récord que antes compartían con Los Ángeles Lakers.