Por primera vez, las jamaicanas se han clasificado para los octavos de final de un Mundial. La alegría por ello es enorme, porque el éxito no era previsible: los problemas previos a la fase final parecían insalvables.
Al final, el empate de Jamaica con Brasil fue suficiente para clasificarse para octavos y sellar la eliminación de una de las favoritas del torneo. La Seleçao, al igual que Alemania, regresa a casa sorprendentemente pronto, mientras en el Caribe se suceden las celebraciones. «Qué orgullo. Tres partidos jugados. Ni un solo gol encajado», escribió en las redes sociales Cedella Marley, hija del icono de la música Bob Marley, citando a su famoso padre: «El fútbol es libertad».
Este es también el nombre de una iniciativa que Cedella Marley lanzó hace dos años para promover el fútbol femenino en el Caribe y Latinoamérica. Marley está muy comprometida con el fútbol femenino y también apoya económicamente a las «Reggae Girlz», algo muy necesario, ya que en su día el equipo femenino estuvo a punto de disolverse por falta de financiación.
«Orgullosas», «históricas», «las mejores del mundo «
No hay tanta preocupación tras el éxito en Australia, más bien prevalece la alegría… y muchos políticos quieren tener algo del glamour del éxito. La Ministra de Cultura y Deporte, Olivia Grange, habló del «momento de mayor orgullo en la historia futbolística de Jamaica», mientras que el Primer Ministro, Andrew Holness, escribió a través de Twitter: «¡Histórico!», «¡Jamaica! La mejor del mundo».
Mientras, desde la federación se decía: «¡Lágrimas en los ojos al publicar esto!» y «¡Pura alegría!»
¿Así que todo es sol en Jamaica? Probablemente no, porque justo antes de que empezara el torneo hubo mucho alboroto después de que el equipo se quejara de deficiencias flagrantes en una carta abierta. En varias ocasiones se había hecho caso omiso de las deficiencias en «planificación, transporte, alojamiento, condiciones de entrenamiento, compensación, comunicación, nutrición y accesibilidad a los recursos apropiados».
Además, no se habían recibido las indemnizaciones acordadas por contrato, mientras que varios partidos amistosos oficiales previos al Mundial tuvieron que cancelarse debido a la «extrema desorganización». En aquel momento, la asociación declaró escuetamente: «Reconocemos que las cosas no se han hecho a la perfección y estamos trabajando duro para resolverlo»
Crowdfunding y falta de aprecio
La gravedad de la situación queda patente en el hecho de que la madre de la centrocampista Habana Solaun recaudó dinero a través de una campaña de crowdfunding para sufragar los gastos del viaje al Mundial: el objetivo eran 100.000 dólares estadounidenses, de los que se recaudó aproximadamente la mitad. Cedella Marley también recaudó dinero y grabó la canción «Strike Hard» con sus hermanos Damian y Stephen. Gracias al apoyo del proveedor de equipamiento Adidas, también fue posible organizar un campo de entrenamiento en el Ajax de Amsterdam.
La portera Becky Spencer afirmó que a las jugadoras les faltaba el aprecio de la federación y que el equipo tenía «algo que demostrar». «Dado el ruido que nos rodeaba y la falta de partidos antes del torneo, no creo que nadie nos tomara en serio», declaró la jugadora de 32 años del Tottenham Hotspur, quien también reveló que, como resultado, se había desarrollado «un verdadero sentimiento de unión».
El equipo se sentía «como una familia. Somos resistentes». Y contra todo pronóstico, lucharon y ahora están triunfando. «Cuanto mejor lo hagamos, más presión» sobre la Federación de Fútbol de Jamaica (JFF), afirmó Spencer con firmeza, y añadió: «Esperamos que ahora nos tomen en serio, como deberían haber hecho en primer lugar, y que puedan darnos lo que nos merecemos».
En cualquier caso, el partido del próximo martes contra Colombia consistirá en pasar a cuartos.
