En el partido por el tercer puesto, Camerún perdía casi sin remedio por 3:0 ante Burkina Faso, pero entonces los indomables leones se rehicieron y forzaron la tanda de penaltis. Los anfitriones se impusieron en la tanda de penaltis y aseguraron así un final conciliador del torneo.
El seleccionador de
Camerún apostó y confió en un equipo casi completamente renovado para el partido por el tercer puesto. Los principales atacantes, Toko Ekambi y Aboubakar, también se quedaron en el banquillo. El tiro les salió por la culata, ya que los indomables Leones se mostraron bastante mansos en Yaundé.
Tras un comienzo medio decente, el partido se rompió para los favoritos, que luego fueron casi arrollados por Burkina Faso. Les Etalons se adelantaron por medio de Yago (24) y también se beneficiaron de un error del portero camerunés Onana (43). Cuando Ouattara hizo el 3-0 tras el descanso (49′), parecía que el partido ya había terminado.
Todo el respeto a Aboubakar
Sin embargo, Camerún remontó en la recta final, y con éxito. Primero Bahoken demostró tener el olfato adecuado para un córner y marcó el 1:3 (71.), antes de que el suplente Aboubakar marcara primero el empate -de nuevo en un saque de esquina- (85.) y poco después añadiera el tan celebrado 3:3 (87.).
Es probable que este objetivo sea objeto de un nuevo debate, ya que Aboubakar había presionado muy ligeramente a su oponente Ouattara. Este último chocó con el apurado portero Ouedraogo, que a su vez pasó volando el balón. A continuación, Aboubakar introdujo el balón en la portería vacía. El gol fue revisado en largo por el VAR y contabilizado (87º).
Así, mientras Aboubakar marcaba su octavo gol del torneo y será con toda seguridad el máximo goleador, el portero de Burkina Faso, Ouedraogo, tuvo que salir lesionado. Sawadogo entró en escena y sólo tuvo unos minutos para calentar la tanda de penaltis. A continuación, Sawadogo no reaccionó con rapidez, mientras que el camerunés Onana salvó a Touré para llevar a su equipo al tercer puesto.
Al igual que en la semifinal contra Egipto (1:3), Camerún tuvo que pasar por la lotería, pero esta vez el impulso estuvo del lado de los anfitriones debido al furioso desarrollo del partido.