Angelique Kerber se despide de su querido torneo de Wimbledon con los mejores deseos para Jule Niemeier y Tatjana Maria.
En medio de su propia decepción por la eliminación en tercera ronda, la ganadora de 2018 se mostró al menos satisfecha con las dos sorpresas del tenis alemán en el clásico sobre hierba. «Encontraron un buen ritmo, encontraron su juego en hierba», dijo Kerber tras su propia derrota por 4-6 y 5-7 ante la belga Elise Mertens. «Ambos no tienen nada que perder, intentan disfrutar al máximo, hacer su juego».
El camino de Niemeier y María hasta sus respectivas primeras rondas de octavos de final en un torneo del Grand Slam no podría ser más diferente. Para Niemeier, de 22 años, es su segundo torneo de Grand Slam, mientras que Maria, doce años mayor, hace su 35ª aparición en uno de los cuatro grandes torneos.
La familia María causa sensación
Para María, el éxito también es un asunto familiar. Su marido y entrenador, Charles Edouard, le dio besos en las manos tras su victoria por 6-3 y 7-5 sobre la número cinco del mundo, la griega Maria Sakkari. «Es genial. Sin él esto no sería posible, cree en mí a cada instante, me da confianza. No estaría aquí sin él», dijo María con entusiasmo.
Sus dos hijas, Charlotte, de ocho años, y Cecilia, de 15 meses, también están en el torneo y se encargan de cuidar a los niños en el campo de entrenamiento durante los partidos. «Creo que están saltando delante del televisor», dijo María con una sonrisa.
Duelo alemán posible en cuartos de final
Niemeier estuvo acompañada en la pista por su madre y su hermano mientras la esperanza del tenis alemán derrotaba a la ucraniana Lessia Zurenko por 6-4, 3-6 y 6-3 en un thriller de nervios, confirmando su anterior éxito contra la número tres del mundo, la estonia Anett Kontaveit. «Ese es el siguiente paso, que ganes partidos cuando no muestras tu mejor tenis», dijo Niemeier sobre su actuación.
En la siguiente ronda, a la jugadora de Dortmund le espera un partido en una de las canchas más grandes contra la británica Heather Watson, y no es en absoluto una subestimada. Para María, después de la jugadora de clase mundial Sakkari, la siguiente tarea difícil es la letona Jelena Ostapenko. Y si ambos continúan con su trayectoria de cuento de hadas en Wimbledon, habría un cuarto de final alemán en el clásico de la hierba.